después de mi cumpleaños....


Carl Sagan alguna vez dijo que para las pequeñas criaturas como nosotros la inmensidad es soportable sólo a través del amor...

gracias a todos por su cariño, por sus buenos deseos, por esas cosas y momentos irrepetibles y hermosos
por tanto amor que hace a las inmensidades y a las pequeñeces de esta vida soportables y hasta hermosas. gracias.



Maldije la lluvia

Maldije la lluvia, que azotando mi techo
no me dejaba dormir

Maldije al viento, que me robaba las flores de
mis jardines.
Pero tu llegaste y alabé la lluvia. La alabé
cuando te quitaste la túnica empapada.
Pero tu llegaste y alabé al viento.
Lo alabé porque apagó la lámpara.

Wu King (s.XIX)




Si me equivoco contradígame con amor, porque con amor digo.

http://www.lavoz.com.ar/ciudad-equis/murio-poeta-vicente-luy

Llueve y alguien está diciendo “llueve”. 

Si me equivoco contradígame con amor, porque con amor digo.
Si erro póngame maestros, que luego yo les enseño, porque con amor hago.
O ustedes, ¿Por qué creen que llueve; porque hace falta? ¿creen que llueve porque sí? ¿por qué carajo creen que llueve?
Llueve; y no solo eso; la verdad es que hay un monton de gente diciendo “llueve”.
De a uno empiezan a notarlo, y no lo pueden evitar; simplemente dicen “llueve”.
Porque llueve.
Si me equivoco contradígame con amor, porque
con amor digo.



Presentación del libro Danger
de Juana Luján
 
Jueves 1 de septiempre a las 21hs
en Casa 13, Pje Revol y Belgrano (Paseo de las Artes), Córdoba Capital.



Un poema del libro:

Árbol Familiar
XIII

Dedicada
a destejer la línea
antiguamente trazada con semen
a dar testimonio
de sus mitos
del gens mortalium
busca nombres
entre los nombres
hasta dar con el suyo
y cerrar el círculo.


Fragmento de la contartapa del Danger por la poeta Diana Bellessi

"[...]Narrado así, con impecabilidad rítmica y tremenda distancia, y con los procedimientos del relato oral para contar la saga de la familia, este poema le da una seca verosimilitud a todo el libro. Es decir, se le cree a Danger, algo difícil de conseguir en la poesía. La reconstrucción familiar reposa sobre un agujero negro –de la foto, del asesinato, del olvido-, y desde allí debe alzarse su autora, Juana Luján, que hace en este libro, de la intemperie, fortaleza. [...]  
Hermoso y terrible, Danger ocupa ahora su lugar en la poesía argentina."  


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amigo mío no creas que me olvido: la montaña es la montaña.

todos quieren ser vanguardia o de cómo no se puede romper por primera vez algo que ya estaba roto.

Siempre son novedad, de fisura, de ruptura, nueva narrativa, nueva poesía, la verdad de la milanesa, lo último en guarachas, la vanguardia de vanguardias.
Siempre son monstruosos, innovadores, visionarios.
Diamantes en bruto en la craquelada actualidad que, aunque van en franco ascenso, por algún doloroso azar o injusticia aún no son reconocidos como debieran –esto claro hasta que el ojo agudo del editor o del compilador los rescata- .


Quiero escritores que vayan a lo profundo, nuevo o viejo, a lo profundo.
Quiero creerles, quiero que se note que hay laburo y conciencia y respeto por el oficio, aunque más no sea para cagarse en todas sus reglas después, pero que no sean como recién llegados adjudicandose la invención de la pólvora.


no hay nada nuevo bajo el sol, salvo tu forma de ver el mundo.

summertime

Viernes 1:35 pm, el sol bien arriba recortando las sombras al mínimo, más cruel y más blanco que nunca, quemando las peladas de los señores que llegan un poco tarde a comer a casa…

Pienso en esta siesta mientras camino hacia un lugar más amable y fresco, que a veces el mundo se empeña en hacernos caer, pienso en que a veces no dan ganas de creer, que con calores así dan ganas de terminar el año un mes y medio antes, de rendirse.

Soy una persona sencilla, llena de clichés que a veces se instalan en mis costumbres para servirme de amuleto: Siempre que tengo que caminar durante la siesta con calores así, vienen a mi cabeza las mismas cosas, mezcladas con lo diario… recuerdo algunos cuadros de Hopper: un pintor que estaba obsesionado con esas habitaciones de hotel solitarias y sin cuadros, habitaciones con ventanas sin cortinas que miran hacia trigales, prolijos, vacios y amarillos.

Otras veces bajo el sol de mediodía viene Raymond Carver y las historias de los perdedores en el patio trasero del sueño americano: siempre que leo sus historias y sus personajes me los imagino transpirados, como si fuera el verano a la siesta lo que nos hace rendirnos y no las miserias que cargamos.
Pero a veces si tengo suerte viene simplemente el tema Summertime:


verano,
Y la vida es fácil
Los peces están saltando
Y el algodón es alto

Tu papá es rico
Y tu mamá es linda
así que bebe, shhh
No llores

Una de estas mañanas
te vas a levantar cantando
después, extenderás tus alas
y subirás al cielo

Pero hasta esa mañana
No hay nada que pueda hacerte daño
Con papá y mamá
cuidándote

Verano
Y la vida es fácil
Los peces están saltando
Y el algodón es alto

Tu papá es rico
Y tu mamá es linda
así que bebe, shhh
No llores

pienso en esto y recuerdo que en la temporada pasada hablamos justamente de cómo había formas de poesía que no eran consideradas como tales… las letras de canciones son las que más cerca están de ser aceptadas pero justamente por eso es a veces tan cruel que no lo sean oficialmente…
está claro, las letras están pensadas para una música, por lo tanto si las leemos sin ella tendrán un ritmo propio, particular, a veces lejano al ritmo conocido en la poesía… y qué? Estas cosas importan a aquellos que gustan de embalsamar a la literatura, de convertirla en algo perfecto y eterno y por lo tanto sin vida.
Al resto de los mortales quizás nos conmueva la manera en que esos autores llegaron a entendernos sin conocernos o pudieron generarnos sensaciones y emociones de la nada.

cuando logro llegar a casa, al refugio fresco, en un momento mínimo de claridad sé que hay días en los que dan ganas de rendirse, ganas de no trabajar, de no creer; se que a veces dan ganas de no amar, de no arriesgarse para por una vez en la vida estar seguros de no perder…
sin embargo hoy, bajo este sol de mediodía y al resguardo de este techo, intuyo que mañana cuando lea esta “temporada” estará lloviendo -ya lo va avisando Eschoyez- y entiendo que se puede descansar pero nunca detenerse, así son los ciclos de la vida: los mediodías con demasiado sol, al igual que nuestros pesares, no son eternos. Nada lo es.


(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"

http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/11/summertime.html

Un sueño eterno

Cuaderno 1

1

Escribo: un tumor me pudre la lengua. Y el tumor que la pudre me asesina con la perversa lentitud de un verdugo de pesadilla.


¿Yo escribí eso, aquí, en Buenos Aires, mientras oía llegar la lluvia, el invierno, la noche? Escribí: mi lengua se pudre. ¿Yo escribí eso, hoy, un día de junio, mientras oía llegar la lluvia, el invierno, la noche?

Y ahora escribo: me llamaron –¿importa cuándo?– el orador de la Revolución. Escribo: una risa larga y trastornada se enrosca en el vientre de quien fue llamado el orador de la Revolución. Escribo: mi boca no ríe. La podredumbre prohíbe, a mi boca, la risa.

Yo, Juan José Castelli, que escribí que un tumor me pudre la lengua, ¿sé, todavía, que una risa larga y trastornada cruje en mi vientre, que hoy es la noche de un día de junio, y que llueve, y que el invierno llega a las puertas de una ciudad que exterminó la utopía pero no su memoria?

Este es Juan José Castelli, abogado y gran orador, quien muere de cáncer de lengua dos años después de la revolución de 1810. Durante el año previo a su muerte Castelli es enviado al Alto Perú y regresa a Buenos Aires para ser enjuiciado por acusaciones por supuesto mal accionar que le imputan haber tenido relaciones íntimas con mujeres menores durante sus campañas militares.

La revolución es un sueño eterno es el nombre de la novela de Andrés Rivera de la cual he sacado el primer párrafo que les leí. Rivera nació en 1928 en Villa Crespo y su verdadero nombre es Marcos Ribak, de joven Rivera fue obrero textil, después periodista y más tarde escritor. Vivió desde 1995 en Córdoba en el barrio de Bella Vista –levantado por obreros y desocupados– muy cerquita de la Biblioteca Popular gestionada por su mujer, Susana Fiorito y actualmente alterna Córdoba y buenos aires para vivir. 
Reniega enfáticamente de la "novela histórica", un género literario bastante “taquillero” que tan de moda se puso, sobre todo en Córdoba, en los 90. La verdad es que aunque toma hechos y nombres de nuestra historia lo suyo no es propiamente novela histórica. Rivera toma un hecho mínimo, una frase, una imagen para crear ficciones sobre estos personajes, llevándonos a un tiempo, que solo hemos visto en las clases de historia, donde inmutables rostros pintados, bustos de mármol o bronce replican facciones y gestos de hombres que no parecen haber estado vivos ni siquiera en su época.

Sin embargo Andrés Rivera los vuelve humanos a través de la ficción. No importa si, efectivamente, Castelli se sentía de esta manera en esos últimos días entre el olvido, la pobreza y la enfermedad, esos duros días previos a morir. O si efectivamente recordaba el juicio que le hubieron hecho por supuesto mal accionar, si efectivamente se sentía triste y defraudado por esa revolución que ya desde el principio parecía traicionar los ideales, los sueños de justicia, igualdad, verdad y liberación que la gestaron, o si sufría por la irónica suerte que había dejado justamente al “orador de la revolución” sin poder decir palabra. 
Y aunque cuando leemos la revolución es un sueño eterno sentimos que de verdad Juan José Castelli, el orador de la revolución, tiene necesidad de decirlo todo. Y llena dos cuadernos con su caligrafía, antes y después de que le cortaran la lengua, en realidad no importa.

Importa si, que al leerlo recordamos que estos fueron hombres, que estuvieron vivos, que no hay hombre sin contradicciones, que no hay revolución que no haya reclamado alguna vez sangre y que esa sangre corría también por las venas de personas como cualquiera de nosotros, pero allá, en lo que quizás podría considerarse el génesis de la república… 
hay quienes se ofuscan por la falta de rigor histórico, pero para ser honestos después de todo la historia que conocemos es en cierto modo una ficción, y esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de recibir lo que nos venden desde la tele, los libros de texto y demases, esa historia tiende a volver a los hombres estatuas de bronce y a borrar minuciosamente aquello que no le conviene al poder de turno…

Ya lo decía la canción “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”

Rivera sabe que con la ficción no traiciona al hombre detrás del prócer, porque por lo menos en una novela hay un mutuo acuerdo, un pacto entre lector y escritor, un juego donde la mentira tiene un marco del cual se entra y se sale a voluntad, así es la ficción. 
En los libros de texto en cambio, en las historias oficiales, la ficción se da por cierta, absoluta e imparcial y eso si que es traición.(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/10/la-revolucion-es-un-sueno-eterno.html

Alejandro

cuando todo lo demás se transformó en neblina o liebre del fracaso, tu hierro y tu deseo, la historia o las estrellas; acaso entonces, aparezca la poesía, su rostro de oro corroído y su amor y su endecha...entonces puede abrir su boca, soltar silencio con una mano definitiva de dolor, ofrenda o sinsentido y también... podría estar allí, la niña de vivir, los encallados... acaso la poesía sea nomás esos papeles que arden contra el viento, debajo del agua, en medio de la tierra y puede tu mano sentir su aire al fin abriendo el instante y el desierto… 

El poeta Alejandro Schmidt nació en 1955 en Villa María, editó una treintena de libros en poco más de dos décadas -algo bastante inusual en los poetas-, numerosas plaquetas, antologías y revistas de poesía como la renombrada “alguien llama”, además de su trabajo como editor en la editorial Radamanto, director de colección en editorial Recovecos y difusor de literaturas que circulan por fuera de los circuitos oficiales. 
Prolífico. Polémico. Místico. Ermitaño y magnético, Schmidt se ha vuelto un referente en la literatura cordobesa y nacional aún cuando en muchas oportunidades esté desplazado, a veces por su propia voluntad, de los centros de poder de la cultura. 
Su manera es distinta de la que impera en el mundo editorial: generalmente alguien publica un poema sólo cuando cree que está listo, o por lo menos cuando cree que, aunque no está listo, ya no puede arreglarlo más… 
Alejandro Schmidt en cambio piensa que un poema, como una persona, “debe asumir el riesgo, la desprolijidad, el exceso.” 
en esa búsqueda incansable de lo humano afirma que prefiere “los recortes, lo que se desecha, borrones, tachaduras, no el objeto acabado, la conclusión, el punto final, sino los pedazos vivientes, los sueños, los tumultos de la sangre... ¿no opera acaso así nuestro corazón, nuestra cabeza?” dice. 

y así como en la vida uno no puede volverse hacia atrás en el tiempo para corregir lo hecho sino que modifica en el presente: un día corregido con el siguiente, una palabra dicha, con la que viene luego, así este autor decide que va a corregir sus poemas uno con otro y con otro… 
cuando leo esto siento que estamos hablando de la depuración de una técnica y no de un objeto, porque no habla de los poemas sino de la poesía, esa urdimbre invisible que subyace a cada texto y los conecta entre sí… Schmidt es en cierto modo un Samurái ensayando desde los 13, buscando el poema verdadero pero que ha decidido que mientras tanto puede divertirse explorando los límites de la técnica y sus propios limites también. 

en el sitio “Las Afinidades Electivas” dice “Escribo casi todos los días, ceniza, perlas, florcitas de plástico y también mi lírica de dolor y de veneno...” y agrega ”va saliendo la poesía, va saliendo de esa tripa y uno no sabe qué es, ni maneja ni controla nada, salvo alguna corrección inevitable, alguna prudencia en publicar, alguna música.” 

Les voy a leer un poema del libro Llegado Así editado en el 2005 en Editorial Recovecos, el poema se llama “Vida de una mosca” 

Vida de una mosca 
Mas que la ceguera de homero 
o el huevo que en el caos 
deposita la noche 

importa ahora 
la vida de esa mosca que despertó tu siesta 

lejos del periódico con que la acechaste 
reposa en el techo 

vibrante.

(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"

http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/09/alejandro.html