La poesía es militancia. La militancia es poesía.

4/16/2011 07:25:00 a.m. Quir-k (Juana Luján) 0 Comments

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http://camiloblajaquis.blogspot.com/

un poema de Camilo Blajaquis:

>Arquetipo de la cosa


No me nieguen que los pechos guardan frio
y que el destino viene cargado
con alta dosis de canibabalismo digital.

A mi no me convencen, esto ya está muerto.

Suburbios con aroma a marihuana
y fragancia a cocaina que te perfora
desde los pomulos hasta los tobillos
pensar que ayer estuve esposado en sus garras
y mi nariz aun tiembla ante su recuerdo.

como asi tiemblo ante un recuerdo que palpita
por pasadas o quien sabe futuras secuencias
mambos donde ser desprolijo era el lema
bosque gris de monoblock
pantanos de pasillo y villerio
ranchadas de los guachos como cuadros en exhibición.

adoro sumergirme adentro mio
abismos desconocidos para el rebaño
inutiles ovejas facilmente manipuladas
si vieran lo hermoso que son estos campos
¿porque le prohiben al ser ser?

detalle particular descubrí la vida
adentro de una celda
rodeado de humedad y oxido cancerigeno

detalle particular
el villero secuestrador se hizo poeta.

los pibes advierten al extranjero
en este ghetto el que viene de afuera
evidencia sus sintomas en una sola mueca
abre la boca cuando ve un fierro
pone cara de asombro al escuchar un berretin

¡extraterrestres, esto es una villa!

o acaso imaginaban un escenario
como el que describen los escritores mamarrachos
en libros de cronicas holliwodenses.

Confusión es lo que nos recibe al nacer
gateamos, tomamos la mamadera y jugamos
en medio de tiroteos y cazeria policial.

Aprendimos más facil a jalar poxirran
que las letras del abecedario.

en cambio los extraterrestres
resumen toda esta cuestionen una mediocre frase
que dice:"ningun pibe nace para chorro"
algo tan obvio transformado en slogan marketinero
que facil es ser una frase...que dificil es ser sensible.

traspirar la casaca, me repitió un dia un amigo
antes que le corten una gamba
después de certeros cuetazos de la gorra

de este lado solo se sale con el arte
o un titulo en cronica o en TN
donde dicen un villero ladron abatido

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Across the universe



Dice el poema:


en medio del rocío
soledad
no dice demasiado
que el frío no entre al santuario
invisible planeta enano
se toma
millones de años
para llegar a tu ventana


El libro de poemas Shampú en los ojos de Jorge Naparsteck es pequeño, color crema, tiene este nombre raro que nos remite a ese ardor en la cornea, ese ardor que nos hace cerrar fuerte los ojos, que nos hace llorar para limpiarnos, que nos hace mirar al agua con los ojos abiertos en busca de alivio. Ese ardor que casi nos ciega.
Pero el tamaño del libro es solo un camuflaje y su color también, en él están las frases como concentrados de palabras, cúmulos de intensidad que a veces tardan en llegarnos por completo; como la luz de esas estrellas.


Envuelto en vapor
el paneta gira
sin despertar sospechas
vidas paralelas
ya no se tocan
el silencio baja
como lava opaca
se ensayan rictus
que nadie va a mirar
en la ducha
shampú en los ojos
cada uno en su órbita
la noche toda
es un cortejo de lunas
a caricia del agua
no puede durar.


En principio suena a que el autor de este libro es filósofo, un astrónomo, un astronauta por lo menos, pero es un hombre, acá, en la tierra, en las sierras cordobesas, en Cabana.
Un hombre que levanta la vista al cielo; y allá lejos, a millones de años luz, un otro que mira: un planeta, un ente desconocido, otro hombre, una luz que nos llega después de años de haber nacido.
El libro es el de un hombre en Cabana que mira, y la mirada ya no solo es hacia arriba o al horizonte, descansa en lo diario, a veces en lo milimétricamente cercano.
Entre arriba y nosotros todo: el tiempo, la tierra, el paisaje serrano, la mirada, el cuerpo, los ciclos, el shampú en los ojos que nos hace lagrimear, llorar, y que no encuentra alivio en el agua, pero quizás si en la luz.
Dice en otro poema breve de Shampú en los ojos:


los mensajes del día confirman
todo esta bien
el cuerpo elije resistir.
pronto se da cuenta de que no hay enemigo
parece que es así
con el sol
a ciento cuarenta y nueve millones de kilómetros
hay que agradecer
esta tibieza colgada en la ventana


Hermonos, a través del universo luces nos llegan desde planetas lejanos.
Cuántas son un recuerdo secreto de las que se apagaron, o se desprenden hoy de su fuente natal para viajar lejos, para llegarle a nuestros bisnietos en una noche fría.


A través del universo cada uno de nosotros, un planeta también, un sol en sí mismo, mucho más cercanos, emitiendo luces que bien pueden tardar años en llegarnos.
Agradezcamos oyente, como dice en el poema, esa tibieza colgada en la ventana.




Para leer más de Jorge Naparstek:
http://esatibiezacolgadaenlaventana.blogspot.com/
http://poetasalvolante.blogspot.com/2007/10/jorge-naparstek.html
http://laseleccionesafectivas.blogspot.com/2006/07/jorge-naparstek.html


*"Temporada de migrañas"columna para el programa radial "Sangre de monos" http://www.subcodefiestas.com.ar/

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el viento nos amontona

Un hombre es un monstruo raro, mitad árbol mitad pájaro: tiene alas para volar lejos del nido, crecer hacia arriba, en todas las direcciones, raíces para mantenerse firme, nutrirse de la tierra, de todo lo que estuvo en ella antes que él.




Al leer el libro “Cría”, de Laura Pratto, lo primero que es evidente es que se habla desde la hija, la mirada desde abajo que se tiene aun pasados los años cuando se habla con los creadores.
La cría le habla al padre de la sangre, de la especie, mira a su creador, absoluto y humano a la vez; escucha esas voces familiares pero ajenas como familiares y ajenas le son las historias que les cuentan.
Pero no es solo hablarle a un padre casi anciano, porque se le habla al padre de la vida pero también y sobre todo se le habla al padre del idioma, más precisamente de la lengua, esa lengua que se habla en el campo, en la pampa cordobesa, o la lengua de inmigrantes piamonteses; la palabra cerrada en la boca seca; la lengua cotidiana y sencilla, con multitud de refranes, de dichos; la lengua de los pobres, los obreros. Todas las lenguas juntas, filtradas por el tiempo, por los días, para volverse nuestra lengua.
Dice un fragmento del poema:


“Escribí como sonaba
con tal de alargarle
la vida a ese aluvión
De epítetos: esgunfiabale.
badola. balelungue. fulatún.
veschagrama. nifiacul. tumalín.
nunca me saldrán
parecidos a como allá eran
padre y madre en clave
reían en el dialecto se entendían
entre ellos ntranuiaitre a su decir
que dejaba afuera mi saber de oído”


En “Cría” vemos este devenir de la lengua a través de un diálogo tan íntimo, tan personal entre hija y padre, que la situación es casi obscena, nos ponemos la piel de la cría, una piel que no es nuestra pero que bien podría serlo porque todos somos al fin y al cabo hijos, heredando genes pero también miedos y costumbres, una cultura, un idioma.


Oyente, le recomiendo especialmente este libro de poemas de la Editorial Recovecos, pero le recomiendo más aún: esta voz que usted tiene, este idioma, esta lengua: críela, hágala crecer, tome lo heredado y déjelo en el mundo, enriquecido para su cría.




*"Temporada de migrañas"columna para el programa radial "Sangre de monos" http://www.subcodefiestas.com.ar/

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la persistencia de la memoria

http://dl.dropbox.com/u/8584145/desmemoria.mp3

A cierta hora, un bisabuelo encuentra a su bisnieto. El bisabuelo está completamente chocho (sus pensamientos son del color del agua) y sonríe con la misma beatífica sonrisa de su bisnieto recién nacido. El bisabuelo es feliz porque ha perdido la memoria que tenía. El bisnieto es feliz porque no tiene, todavía, ninguna memoria.



He aquí, pienso, la felicidad perfecta. Yo no la quiero


Desmemoria Eduardo Galeano


La memoria es una de las potencias del alma y esta estrechamente ligada al aprendizaje. Por eso es difícil imaginarse a un pueblo que aprenda si no recuerda.
Leer el libro titulado “Videla”, del gran poeta cordobés Alejandro Schmidt, me deja una gran incomodidad: no es un libro que nos calme, no usa lugares comunes, extorsiones emocionales; no da golpes bajos, no nos deja tranquilos diciendo que estamos haciendo lo adecuado.


Es un libro incomodo.


Incómodo porque el libro está lleno de preguntas. Porque allí el autor parece querer ponerse y ponernos a prueba.
Ponerse en tensión, salirse del lugar común, preguntarse quién soy, que estaba haciendo el 25 o el 23 de marzo del 76, que estoy haciendo ahora, quienes son mis muertos, que estoy pidiendo cuando pido justicia.


Plantearse la dictadura no sólo como algo histórico y político, sino también como algo personal que atravesó la vida de todos los que habitaban y habitan este país, hayan nacido y vivido esa época o no, desaparecidos o no, presos o no, exiliados o no, perseguidos o no, señoras de sus casas o no, enterados de tanta atrocidad
o no.


Es un libro incomodo. Incómodo porque nos dice que Videla también es parte de nosotros, de lo que fuimos, de lo que somos, de lo que queremos o no ser como personas, como país. Parte de nosotros no porque coincidamos sino porque sus acciones, y las de tantos más junto a él, nos han marcado de manera indeleble.


Es parte de nosotros porque es parte de nuestra historia individual y colectiva.


En ese sentido el libro es diferente: no esta escrito desde el centro mismo de las cosas, sino desde el margen; no es un protagonista quien lo enuncia, es un extra que ha visto la escena desde un costado (aunque no desde afuera) y se pregunta ahora quién era y quién es; quiénes éramos para que pasara eso en nuestro país. Quiénes somos ahora, quienes tendremos que ser para que nunca más sucedan estas cosas.


Es incomodo ver ciertas cosas, es verdad, pero tenemos que ponerle el pecho al asunto y hablar de esto, hablar y seguir hablando desde la honestidad más serena y verdadera; hacernos cargo de que el sol no se tapa con un dedo, de que es necesario ver para actuar, de que -aunque no veamos- lo que pasa a nuestro alrededor se nos filtra por los poros, se instala en los cimientos de todo lo que hacemos.


Hablar, reconocer, pensar, hacer.
Recordar.
Y no asistir impasibles a esta escena nunca más.


Seguir el ejemplo de esas que fueron llamadas locas
cuando se negaron a olvidar






*"Temporada de migrañas"columna para el programa radial "Sangre de monos" http://www.subcodefiestas.com.ar/

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