todos quieren ser vanguardia o de cómo no se puede romper por primera vez algo que ya estaba roto.
7/09/2011 11:40:00 a.m.
Quir-k (Juana Luján)
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7/09/2011 11:40:00 a.m. Quir-k (Juana Luján) 1 Comments
Siempre son novedad, de fisura, de ruptura, nueva narrativa, nueva poesía, la verdad de la milanesa, lo último en guarachas, la vanguardia de vanguardias.
Siempre son monstruosos, innovadores, visionarios.
Diamantes en bruto en la craquelada actualidad que, aunque van en franco ascenso, por algún doloroso azar o injusticia aún no son reconocidos como debieran –esto claro hasta que el ojo agudo del editor o del compilador los rescata- .
Quiero escritores que vayan a lo profundo, nuevo o viejo, a lo profundo.
Quiero creerles, quiero que se note que hay laburo y conciencia y respeto por el oficio, aunque más no sea para cagarse en todas sus reglas después, pero que no sean como recién llegados adjudicandose la invención de la pólvora.
no hay nada nuevo bajo el sol, salvo tu forma de ver el mundo.
Siempre son monstruosos, innovadores, visionarios.
Diamantes en bruto en la craquelada actualidad que, aunque van en franco ascenso, por algún doloroso azar o injusticia aún no son reconocidos como debieran –esto claro hasta que el ojo agudo del editor o del compilador los rescata- .
Quiero escritores que vayan a lo profundo, nuevo o viejo, a lo profundo.
Quiero creerles, quiero que se note que hay laburo y conciencia y respeto por el oficio, aunque más no sea para cagarse en todas sus reglas después, pero que no sean como recién llegados adjudicandose la invención de la pólvora.
no hay nada nuevo bajo el sol, salvo tu forma de ver el mundo.
summertime
7/08/2011 02:29:00 p.m.
Quir-k (Juana Luján)
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Viernes 1:35 pm, el sol bien arriba recortando las sombras al mínimo, más cruel y más blanco que nunca, quemando las peladas de los señores que llegan un poco tarde a comer a casa…
Pienso en esta siesta mientras camino hacia un lugar más amable y fresco, que a veces el mundo se empeña en hacernos caer, pienso en que a veces no dan ganas de creer, que con calores así dan ganas de terminar el año un mes y medio antes, de rendirse.
Soy una persona sencilla, llena de clichés que a veces se instalan en mis costumbres para servirme de amuleto: Siempre que tengo que caminar durante la siesta con calores así, vienen a mi cabeza las mismas cosas, mezcladas con lo diario… recuerdo algunos cuadros de Hopper: un pintor que estaba obsesionado con esas habitaciones de hotel solitarias y sin cuadros, habitaciones con ventanas sin cortinas que miran hacia trigales, prolijos, vacios y amarillos.
Otras veces bajo el sol de mediodía viene Raymond Carver y las historias de los perdedores en el patio trasero del sueño americano: siempre que leo sus historias y sus personajes me los imagino transpirados, como si fuera el verano a la siesta lo que nos hace rendirnos y no las miserias que cargamos.
Pero a veces si tengo suerte viene simplemente el tema Summertime:
verano,
Y la vida es fácil
Los peces están saltando
Y el algodón es alto
Tu papá es rico
Y tu mamá es linda
así que bebe, shhh
No llores
Una de estas mañanas
te vas a levantar cantando
después, extenderás tus alas
y subirás al cielo
Pero hasta esa mañana
No hay nada que pueda hacerte daño
Con papá y mamá
cuidándote
Verano
Y la vida es fácil
Los peces están saltando
Y el algodón es alto
Tu papá es rico
Y tu mamá es linda
así que bebe, shhh
No llores
pienso en esto y recuerdo que en la temporada pasada hablamos justamente de cómo había formas de poesía que no eran consideradas como tales… las letras de canciones son las que más cerca están de ser aceptadas pero justamente por eso es a veces tan cruel que no lo sean oficialmente…
está claro, las letras están pensadas para una música, por lo tanto si las leemos sin ella tendrán un ritmo propio, particular, a veces lejano al ritmo conocido en la poesía… y qué? Estas cosas importan a aquellos que gustan de embalsamar a la literatura, de convertirla en algo perfecto y eterno y por lo tanto sin vida.
Al resto de los mortales quizás nos conmueva la manera en que esos autores llegaron a entendernos sin conocernos o pudieron generarnos sensaciones y emociones de la nada.
cuando logro llegar a casa, al refugio fresco, en un momento mínimo de claridad sé que hay días en los que dan ganas de rendirse, ganas de no trabajar, de no creer; se que a veces dan ganas de no amar, de no arriesgarse para por una vez en la vida estar seguros de no perder…
sin embargo hoy, bajo este sol de mediodía y al resguardo de este techo, intuyo que mañana cuando lea esta “temporada” estará lloviendo -ya lo va avisando Eschoyez- y entiendo que se puede descansar pero nunca detenerse, así son los ciclos de la vida: los mediodías con demasiado sol, al igual que nuestros pesares, no son eternos. Nada lo es.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/11/summertime.html
Pienso en esta siesta mientras camino hacia un lugar más amable y fresco, que a veces el mundo se empeña en hacernos caer, pienso en que a veces no dan ganas de creer, que con calores así dan ganas de terminar el año un mes y medio antes, de rendirse.
Soy una persona sencilla, llena de clichés que a veces se instalan en mis costumbres para servirme de amuleto: Siempre que tengo que caminar durante la siesta con calores así, vienen a mi cabeza las mismas cosas, mezcladas con lo diario… recuerdo algunos cuadros de Hopper: un pintor que estaba obsesionado con esas habitaciones de hotel solitarias y sin cuadros, habitaciones con ventanas sin cortinas que miran hacia trigales, prolijos, vacios y amarillos.
Otras veces bajo el sol de mediodía viene Raymond Carver y las historias de los perdedores en el patio trasero del sueño americano: siempre que leo sus historias y sus personajes me los imagino transpirados, como si fuera el verano a la siesta lo que nos hace rendirnos y no las miserias que cargamos.
Pero a veces si tengo suerte viene simplemente el tema Summertime:
verano,
Y la vida es fácil
Los peces están saltando
Y el algodón es alto
Tu papá es rico
Y tu mamá es linda
así que bebe, shhh
No llores
Una de estas mañanas
te vas a levantar cantando
después, extenderás tus alas
y subirás al cielo
Pero hasta esa mañana
No hay nada que pueda hacerte daño
Con papá y mamá
cuidándote
Verano
Y la vida es fácil
Los peces están saltando
Y el algodón es alto
Tu papá es rico
Y tu mamá es linda
así que bebe, shhh
No llores
pienso en esto y recuerdo que en la temporada pasada hablamos justamente de cómo había formas de poesía que no eran consideradas como tales… las letras de canciones son las que más cerca están de ser aceptadas pero justamente por eso es a veces tan cruel que no lo sean oficialmente…
está claro, las letras están pensadas para una música, por lo tanto si las leemos sin ella tendrán un ritmo propio, particular, a veces lejano al ritmo conocido en la poesía… y qué? Estas cosas importan a aquellos que gustan de embalsamar a la literatura, de convertirla en algo perfecto y eterno y por lo tanto sin vida.
Al resto de los mortales quizás nos conmueva la manera en que esos autores llegaron a entendernos sin conocernos o pudieron generarnos sensaciones y emociones de la nada.
cuando logro llegar a casa, al refugio fresco, en un momento mínimo de claridad sé que hay días en los que dan ganas de rendirse, ganas de no trabajar, de no creer; se que a veces dan ganas de no amar, de no arriesgarse para por una vez en la vida estar seguros de no perder…
sin embargo hoy, bajo este sol de mediodía y al resguardo de este techo, intuyo que mañana cuando lea esta “temporada” estará lloviendo -ya lo va avisando Eschoyez- y entiendo que se puede descansar pero nunca detenerse, así son los ciclos de la vida: los mediodías con demasiado sol, al igual que nuestros pesares, no son eternos. Nada lo es.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/11/summertime.html
Un sueño eterno
7/08/2011 02:27:00 p.m.
Quir-k (Juana Luján)
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7/08/2011 02:27:00 p.m. Quir-k (Juana Luján) 0 Comments
Cuaderno 1
1
Escribo: un tumor me pudre la lengua. Y el tumor que la pudre me asesina con la perversa lentitud de un verdugo de pesadilla.
¿Yo escribí eso, aquí, en Buenos Aires, mientras oía llegar la lluvia, el invierno, la noche? Escribí: mi lengua se pudre. ¿Yo escribí eso, hoy, un día de junio, mientras oía llegar la lluvia, el invierno, la noche?
Y ahora escribo: me llamaron –¿importa cuándo?– el orador de la Revolución. Escribo: una risa larga y trastornada se enrosca en el vientre de quien fue llamado el orador de la Revolución. Escribo: mi boca no ríe. La podredumbre prohíbe, a mi boca, la risa.
Yo, Juan José Castelli, que escribí que un tumor me pudre la lengua, ¿sé, todavía, que una risa larga y trastornada cruje en mi vientre, que hoy es la noche de un día de junio, y que llueve, y que el invierno llega a las puertas de una ciudad que exterminó la utopía pero no su memoria?
Este es Juan José Castelli, abogado y gran orador, quien muere de cáncer de lengua dos años después de la revolución de 1810. Durante el año previo a su muerte Castelli es enviado al Alto Perú y regresa a Buenos Aires para ser enjuiciado por acusaciones por supuesto mal accionar que le imputan haber tenido relaciones íntimas con mujeres menores durante sus campañas militares.
La revolución es un sueño eterno es el nombre de la novela de Andrés Rivera de la cual he sacado el primer párrafo que les leí. Rivera nació en 1928 en Villa Crespo y su verdadero nombre es Marcos Ribak, de joven Rivera fue obrero textil, después periodista y más tarde escritor. Vivió desde 1995 en Córdoba en el barrio de Bella Vista –levantado por obreros y desocupados– muy cerquita de la Biblioteca Popular gestionada por su mujer, Susana Fiorito y actualmente alterna Córdoba y buenos aires para vivir.
Reniega enfáticamente de la "novela histórica", un género literario bastante “taquillero” que tan de moda se puso, sobre todo en Córdoba, en los 90. La verdad es que aunque toma hechos y nombres de nuestra historia lo suyo no es propiamente novela histórica. Rivera toma un hecho mínimo, una frase, una imagen para crear ficciones sobre estos personajes, llevándonos a un tiempo, que solo hemos visto en las clases de historia, donde inmutables rostros pintados, bustos de mármol o bronce replican facciones y gestos de hombres que no parecen haber estado vivos ni siquiera en su época.
Sin embargo Andrés Rivera los vuelve humanos a través de la ficción. No importa si, efectivamente, Castelli se sentía de esta manera en esos últimos días entre el olvido, la pobreza y la enfermedad, esos duros días previos a morir. O si efectivamente recordaba el juicio que le hubieron hecho por supuesto mal accionar, si efectivamente se sentía triste y defraudado por esa revolución que ya desde el principio parecía traicionar los ideales, los sueños de justicia, igualdad, verdad y liberación que la gestaron, o si sufría por la irónica suerte que había dejado justamente al “orador de la revolución” sin poder decir palabra.
Y aunque cuando leemos la revolución es un sueño eterno sentimos que de verdad Juan José Castelli, el orador de la revolución, tiene necesidad de decirlo todo. Y llena dos cuadernos con su caligrafía, antes y después de que le cortaran la lengua, en realidad no importa.
Importa si, que al leerlo recordamos que estos fueron hombres, que estuvieron vivos, que no hay hombre sin contradicciones, que no hay revolución que no haya reclamado alguna vez sangre y que esa sangre corría también por las venas de personas como cualquiera de nosotros, pero allá, en lo que quizás podría considerarse el génesis de la república…
hay quienes se ofuscan por la falta de rigor histórico, pero para ser honestos después de todo la historia que conocemos es en cierto modo una ficción, y esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de recibir lo que nos venden desde la tele, los libros de texto y demases, esa historia tiende a volver a los hombres estatuas de bronce y a borrar minuciosamente aquello que no le conviene al poder de turno…
Ya lo decía la canción “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”
Rivera sabe que con la ficción no traiciona al hombre detrás del prócer, porque por lo menos en una novela hay un mutuo acuerdo, un pacto entre lector y escritor, un juego donde la mentira tiene un marco del cual se entra y se sale a voluntad, así es la ficción.
En los libros de texto en cambio, en las historias oficiales, la ficción se da por cierta, absoluta e imparcial y eso si que es traición.(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/10/la-revolucion-es-un-sueno-eterno.html
1
Escribo: un tumor me pudre la lengua. Y el tumor que la pudre me asesina con la perversa lentitud de un verdugo de pesadilla.
¿Yo escribí eso, aquí, en Buenos Aires, mientras oía llegar la lluvia, el invierno, la noche? Escribí: mi lengua se pudre. ¿Yo escribí eso, hoy, un día de junio, mientras oía llegar la lluvia, el invierno, la noche?
Y ahora escribo: me llamaron –¿importa cuándo?– el orador de la Revolución. Escribo: una risa larga y trastornada se enrosca en el vientre de quien fue llamado el orador de la Revolución. Escribo: mi boca no ríe. La podredumbre prohíbe, a mi boca, la risa.
Yo, Juan José Castelli, que escribí que un tumor me pudre la lengua, ¿sé, todavía, que una risa larga y trastornada cruje en mi vientre, que hoy es la noche de un día de junio, y que llueve, y que el invierno llega a las puertas de una ciudad que exterminó la utopía pero no su memoria?
Este es Juan José Castelli, abogado y gran orador, quien muere de cáncer de lengua dos años después de la revolución de 1810. Durante el año previo a su muerte Castelli es enviado al Alto Perú y regresa a Buenos Aires para ser enjuiciado por acusaciones por supuesto mal accionar que le imputan haber tenido relaciones íntimas con mujeres menores durante sus campañas militares.
La revolución es un sueño eterno es el nombre de la novela de Andrés Rivera de la cual he sacado el primer párrafo que les leí. Rivera nació en 1928 en Villa Crespo y su verdadero nombre es Marcos Ribak, de joven Rivera fue obrero textil, después periodista y más tarde escritor. Vivió desde 1995 en Córdoba en el barrio de Bella Vista –levantado por obreros y desocupados– muy cerquita de la Biblioteca Popular gestionada por su mujer, Susana Fiorito y actualmente alterna Córdoba y buenos aires para vivir.
Reniega enfáticamente de la "novela histórica", un género literario bastante “taquillero” que tan de moda se puso, sobre todo en Córdoba, en los 90. La verdad es que aunque toma hechos y nombres de nuestra historia lo suyo no es propiamente novela histórica. Rivera toma un hecho mínimo, una frase, una imagen para crear ficciones sobre estos personajes, llevándonos a un tiempo, que solo hemos visto en las clases de historia, donde inmutables rostros pintados, bustos de mármol o bronce replican facciones y gestos de hombres que no parecen haber estado vivos ni siquiera en su época.
Sin embargo Andrés Rivera los vuelve humanos a través de la ficción. No importa si, efectivamente, Castelli se sentía de esta manera en esos últimos días entre el olvido, la pobreza y la enfermedad, esos duros días previos a morir. O si efectivamente recordaba el juicio que le hubieron hecho por supuesto mal accionar, si efectivamente se sentía triste y defraudado por esa revolución que ya desde el principio parecía traicionar los ideales, los sueños de justicia, igualdad, verdad y liberación que la gestaron, o si sufría por la irónica suerte que había dejado justamente al “orador de la revolución” sin poder decir palabra.
Y aunque cuando leemos la revolución es un sueño eterno sentimos que de verdad Juan José Castelli, el orador de la revolución, tiene necesidad de decirlo todo. Y llena dos cuadernos con su caligrafía, antes y después de que le cortaran la lengua, en realidad no importa.
Importa si, que al leerlo recordamos que estos fueron hombres, que estuvieron vivos, que no hay hombre sin contradicciones, que no hay revolución que no haya reclamado alguna vez sangre y que esa sangre corría también por las venas de personas como cualquiera de nosotros, pero allá, en lo que quizás podría considerarse el génesis de la república…
hay quienes se ofuscan por la falta de rigor histórico, pero para ser honestos después de todo la historia que conocemos es en cierto modo una ficción, y esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de recibir lo que nos venden desde la tele, los libros de texto y demases, esa historia tiende a volver a los hombres estatuas de bronce y a borrar minuciosamente aquello que no le conviene al poder de turno…
Ya lo decía la canción “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”
Rivera sabe que con la ficción no traiciona al hombre detrás del prócer, porque por lo menos en una novela hay un mutuo acuerdo, un pacto entre lector y escritor, un juego donde la mentira tiene un marco del cual se entra y se sale a voluntad, así es la ficción.
En los libros de texto en cambio, en las historias oficiales, la ficción se da por cierta, absoluta e imparcial y eso si que es traición.(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/10/la-revolucion-es-un-sueno-eterno.html
Alejandro
7/08/2011 02:26:00 p.m.
Quir-k (Juana Luján)
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7/08/2011 02:26:00 p.m. Quir-k (Juana Luján) 0 Comments
cuando todo lo demás se transformó en neblina o liebre del fracaso, tu hierro y tu deseo, la historia o las estrellas; acaso entonces, aparezca la poesía, su rostro de oro corroído y su amor y su endecha...entonces puede abrir su boca, soltar silencio con una mano definitiva de dolor, ofrenda o sinsentido y también... podría estar allí, la niña de vivir, los encallados... acaso la poesía sea nomás esos papeles que arden contra el viento, debajo del agua, en medio de la tierra y puede tu mano sentir su aire al fin abriendo el instante y el desierto…
El poeta Alejandro Schmidt nació en 1955 en Villa María, editó una treintena de libros en poco más de dos décadas -algo bastante inusual en los poetas-, numerosas plaquetas, antologías y revistas de poesía como la renombrada “alguien llama”, además de su trabajo como editor en la editorial Radamanto, director de colección en editorial Recovecos y difusor de literaturas que circulan por fuera de los circuitos oficiales.
Prolífico. Polémico. Místico. Ermitaño y magnético, Schmidt se ha vuelto un referente en la literatura cordobesa y nacional aún cuando en muchas oportunidades esté desplazado, a veces por su propia voluntad, de los centros de poder de la cultura.
Su manera es distinta de la que impera en el mundo editorial: generalmente alguien publica un poema sólo cuando cree que está listo, o por lo menos cuando cree que, aunque no está listo, ya no puede arreglarlo más…
Alejandro Schmidt en cambio piensa que un poema, como una persona, “debe asumir el riesgo, la desprolijidad, el exceso.”
en esa búsqueda incansable de lo humano afirma que prefiere “los recortes, lo que se desecha, borrones, tachaduras, no el objeto acabado, la conclusión, el punto final, sino los pedazos vivientes, los sueños, los tumultos de la sangre... ¿no opera acaso así nuestro corazón, nuestra cabeza?” dice.
y así como en la vida uno no puede volverse hacia atrás en el tiempo para corregir lo hecho sino que modifica en el presente: un día corregido con el siguiente, una palabra dicha, con la que viene luego, así este autor decide que va a corregir sus poemas uno con otro y con otro…
cuando leo esto siento que estamos hablando de la depuración de una técnica y no de un objeto, porque no habla de los poemas sino de la poesía, esa urdimbre invisible que subyace a cada texto y los conecta entre sí… Schmidt es en cierto modo un Samurái ensayando desde los 13, buscando el poema verdadero pero que ha decidido que mientras tanto puede divertirse explorando los límites de la técnica y sus propios limites también.
en el sitio “Las Afinidades Electivas” dice “Escribo casi todos los días, ceniza, perlas, florcitas de plástico y también mi lírica de dolor y de veneno...” y agrega ”va saliendo la poesía, va saliendo de esa tripa y uno no sabe qué es, ni maneja ni controla nada, salvo alguna corrección inevitable, alguna prudencia en publicar, alguna música.”
Les voy a leer un poema del libro Llegado Así editado en el 2005 en Editorial Recovecos, el poema se llama “Vida de una mosca”
Vida de una mosca
Mas que la ceguera de homero
o el huevo que en el caos
deposita la noche
importa ahora
la vida de esa mosca que despertó tu siesta
y
lejos del periódico con que la acechaste
reposa en el techo
vibrante.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/09/alejandro.html
El poeta Alejandro Schmidt nació en 1955 en Villa María, editó una treintena de libros en poco más de dos décadas -algo bastante inusual en los poetas-, numerosas plaquetas, antologías y revistas de poesía como la renombrada “alguien llama”, además de su trabajo como editor en la editorial Radamanto, director de colección en editorial Recovecos y difusor de literaturas que circulan por fuera de los circuitos oficiales.
Prolífico. Polémico. Místico. Ermitaño y magnético, Schmidt se ha vuelto un referente en la literatura cordobesa y nacional aún cuando en muchas oportunidades esté desplazado, a veces por su propia voluntad, de los centros de poder de la cultura.
Su manera es distinta de la que impera en el mundo editorial: generalmente alguien publica un poema sólo cuando cree que está listo, o por lo menos cuando cree que, aunque no está listo, ya no puede arreglarlo más…
Alejandro Schmidt en cambio piensa que un poema, como una persona, “debe asumir el riesgo, la desprolijidad, el exceso.”
en esa búsqueda incansable de lo humano afirma que prefiere “los recortes, lo que se desecha, borrones, tachaduras, no el objeto acabado, la conclusión, el punto final, sino los pedazos vivientes, los sueños, los tumultos de la sangre... ¿no opera acaso así nuestro corazón, nuestra cabeza?” dice.
y así como en la vida uno no puede volverse hacia atrás en el tiempo para corregir lo hecho sino que modifica en el presente: un día corregido con el siguiente, una palabra dicha, con la que viene luego, así este autor decide que va a corregir sus poemas uno con otro y con otro…
cuando leo esto siento que estamos hablando de la depuración de una técnica y no de un objeto, porque no habla de los poemas sino de la poesía, esa urdimbre invisible que subyace a cada texto y los conecta entre sí… Schmidt es en cierto modo un Samurái ensayando desde los 13, buscando el poema verdadero pero que ha decidido que mientras tanto puede divertirse explorando los límites de la técnica y sus propios limites también.
en el sitio “Las Afinidades Electivas” dice “Escribo casi todos los días, ceniza, perlas, florcitas de plástico y también mi lírica de dolor y de veneno...” y agrega ”va saliendo la poesía, va saliendo de esa tripa y uno no sabe qué es, ni maneja ni controla nada, salvo alguna corrección inevitable, alguna prudencia en publicar, alguna música.”
Les voy a leer un poema del libro Llegado Así editado en el 2005 en Editorial Recovecos, el poema se llama “Vida de una mosca”
Vida de una mosca
Mas que la ceguera de homero
o el huevo que en el caos
deposita la noche
importa ahora
la vida de esa mosca que despertó tu siesta
y
lejos del periódico con que la acechaste
reposa en el techo
vibrante.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/09/alejandro.html
Gelman
7/08/2011 02:25:00 p.m.
Quir-k (Juana Luján)
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7/08/2011 02:25:00 p.m. Quir-k (Juana Luján) 0 Comments
“Recuerdo un poema chino, anónimo, escrito hace 3500 años: Un pastor cuida el rebaño, con un frío intenso, lejos de su mujer que está en el hogar y la imagina al lado del fuego, cosiendo; el último verso dice: Él escucha el ruido de sus tijeras bajo la noche profunda. El hecho de que ese poema se haya escrito hace tantos años y todavía nos emocione, quiere decir que hay un tejido humano imposible de romper, una capacidad de belleza imposible de aniquilar. Después, cada cual con sus dolores se las arregla como puede”
Estas son las palabras de Juan Gelman, quien estuvo ayer y anteayer en Córdoba.
Para aquellos que no lo conocen Gelman es un gran poeta argentino, al punto que muchos lo consideran el mayor poeta vivo de habla hispana.
Hoy tiene 80 años. Aprendió a leer a los 3, escribió su primer poema a los 9, publico por primera vez a los 11, se volvió comunista a los 15.
Estuvo preso por sus ideas, pasó por el partido comunista y por Montoneros y de ambos se alejó por diferencias ideológicas (lo que le cayó bastante mal especialmente al movimiento Montoneros, que lo acusó de traición y lo condenó a muerte).
Estaba en el exterior cuando la última dictadura se instalo en Argentina y desde allá denunció lo que sucedía en nuestro país: de hecho sus gestiones lograron el primer repudio publicado en 1976 en el diario Le Monde a la dictadura argentina, realizado por varios jefes de gobierno y de la oposición europeos.
Durante esta oscura parte de la historia nacional fueron secuestrados su hija, su hijo y su nuera, que estaba embarazada de siete meses. Su hijo y su nuera desaparecieron, junto a su nieta nacida en cautiverio, la cual recuperó recién en el año 2000.
Gelman fue periodista, jefe de redacción de la revista Panorama, secretario de redacción y director del suplemento cultural del diario La Opinión , secretario de redacción de la revista Crisis junto a Galeano y jefe de redacción del diario Noticias. Escribió también durante muchos años las contratapas del diario página 12, columnas que se pueden leer reunidas en el libro “prosa de prensa”.
Escribió en su villa Crespo natal tanto como en el exilio más crudo, su poesía ahondó sobre las raíces de la lengua, introdujo el humor y el absurdo e intentó siempre construirse a partir del lenguaje cotidiano, lo coloquial, lo urbano si se quiere, lo social. En definitiva una poesía más viva y un poeta más humano, alejándose de aquella idea de Neruda de que el poeta era un ser elegido.
En honor a la verdad tengo que decir que quiero enormemente a Gelman. Es decir: no solo lo admiro y lo respeto sino que lo quiero: durante mi adolescencia leí solo narrativa, recién a mis 20 años leí un libro suyo y quede tan maravillada que leí otro y otro sin parar, así que se podría decir que en parte es por la poesía de Gelman que volví a leer poesía, a amar la y después a escribirla.
Es parte de lo que soy, así que si alguno pretendía objetividad en este caso no la va a encontrar. tener un libro firmado por él es para mí algo simplemente inexplicable.
Además tengo que decir, a riesgo de que me llamen cínica, que nunca fui muy adepta a los poemas de amor, algunos se me hacen demasiado babosos otros me parecen berretas y la mayoría simplemente falsos, pero Gelman esquiva todas las balas y ofrece en la hoja plena los mejores poemas de amor que haya escuchado, sinceros, llanos, verdaderos.
Por todo esto es que resultó tremendamente difícil elegir un poema para leerles, porque la verdad es que si fuera por mí les leo un libro entero, así que he elegido un poco por selección y un poco por azar este que se llama oración de un desocupado y que es muy representativo de esta poesía social que caracteriza a Gelman:
Oración de un desocupado
Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
por que no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre,
bájate, qué han hecho
de tu criatura, Padre?
un animal furioso
que mastica la piedra de la calle?
no hay manera de resumir en pocas líneas todo lo que un hombre de 80 años ha vivido, no hay manera de poner en esas líneas la historia de este poeta y mucho menos su poesía, así que después de mucho intentar me he resignado al hecho de que no cabe en esta columna todo lo que Gelman hizo y es porque las palabras no me alcanzan y como decía él en uno de sus poemas, “el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa/ y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran”. No hay con que darle: nada reemplaza la experiencia de leerlo, hay amores, pasiones que no se explican, que no siempre se transmiten, simplemente se viven o no…
por eso no me queda mas que pedirles, no como un ruego o como una orden, sino como quien quiere compartir lo mejor de si mismo pero necesita que haya otra persona en el extremo opuesto de la cuerda, al otro lado de la radio en este caso, digo: les pido, lean a Gelman.
Quizás descubran que es cierto eso de que hay un tejido humano imposible de romper, una capacidad de belleza imposible de aniquilar.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/08/gelman.html
Estas son las palabras de Juan Gelman, quien estuvo ayer y anteayer en Córdoba.
Para aquellos que no lo conocen Gelman es un gran poeta argentino, al punto que muchos lo consideran el mayor poeta vivo de habla hispana.
Hoy tiene 80 años. Aprendió a leer a los 3, escribió su primer poema a los 9, publico por primera vez a los 11, se volvió comunista a los 15.
Estuvo preso por sus ideas, pasó por el partido comunista y por Montoneros y de ambos se alejó por diferencias ideológicas (lo que le cayó bastante mal especialmente al movimiento Montoneros, que lo acusó de traición y lo condenó a muerte).
Estaba en el exterior cuando la última dictadura se instalo en Argentina y desde allá denunció lo que sucedía en nuestro país: de hecho sus gestiones lograron el primer repudio publicado en 1976 en el diario Le Monde a la dictadura argentina, realizado por varios jefes de gobierno y de la oposición europeos.
Durante esta oscura parte de la historia nacional fueron secuestrados su hija, su hijo y su nuera, que estaba embarazada de siete meses. Su hijo y su nuera desaparecieron, junto a su nieta nacida en cautiverio, la cual recuperó recién en el año 2000.
Gelman fue periodista, jefe de redacción de la revista Panorama, secretario de redacción y director del suplemento cultural del diario La Opinión , secretario de redacción de la revista Crisis junto a Galeano y jefe de redacción del diario Noticias. Escribió también durante muchos años las contratapas del diario página 12, columnas que se pueden leer reunidas en el libro “prosa de prensa”.
Escribió en su villa Crespo natal tanto como en el exilio más crudo, su poesía ahondó sobre las raíces de la lengua, introdujo el humor y el absurdo e intentó siempre construirse a partir del lenguaje cotidiano, lo coloquial, lo urbano si se quiere, lo social. En definitiva una poesía más viva y un poeta más humano, alejándose de aquella idea de Neruda de que el poeta era un ser elegido.
En honor a la verdad tengo que decir que quiero enormemente a Gelman. Es decir: no solo lo admiro y lo respeto sino que lo quiero: durante mi adolescencia leí solo narrativa, recién a mis 20 años leí un libro suyo y quede tan maravillada que leí otro y otro sin parar, así que se podría decir que en parte es por la poesía de Gelman que volví a leer poesía, a amar la y después a escribirla.
Es parte de lo que soy, así que si alguno pretendía objetividad en este caso no la va a encontrar. tener un libro firmado por él es para mí algo simplemente inexplicable.
Además tengo que decir, a riesgo de que me llamen cínica, que nunca fui muy adepta a los poemas de amor, algunos se me hacen demasiado babosos otros me parecen berretas y la mayoría simplemente falsos, pero Gelman esquiva todas las balas y ofrece en la hoja plena los mejores poemas de amor que haya escuchado, sinceros, llanos, verdaderos.
Por todo esto es que resultó tremendamente difícil elegir un poema para leerles, porque la verdad es que si fuera por mí les leo un libro entero, así que he elegido un poco por selección y un poco por azar este que se llama oración de un desocupado y que es muy representativo de esta poesía social que caracteriza a Gelman:
Oración de un desocupado
Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
por que no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre,
bájate, qué han hecho
de tu criatura, Padre?
un animal furioso
que mastica la piedra de la calle?
no hay manera de resumir en pocas líneas todo lo que un hombre de 80 años ha vivido, no hay manera de poner en esas líneas la historia de este poeta y mucho menos su poesía, así que después de mucho intentar me he resignado al hecho de que no cabe en esta columna todo lo que Gelman hizo y es porque las palabras no me alcanzan y como decía él en uno de sus poemas, “el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa/ y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran”. No hay con que darle: nada reemplaza la experiencia de leerlo, hay amores, pasiones que no se explican, que no siempre se transmiten, simplemente se viven o no…
por eso no me queda mas que pedirles, no como un ruego o como una orden, sino como quien quiere compartir lo mejor de si mismo pero necesita que haya otra persona en el extremo opuesto de la cuerda, al otro lado de la radio en este caso, digo: les pido, lean a Gelman.
Quizás descubran que es cierto eso de que hay un tejido humano imposible de romper, una capacidad de belleza imposible de aniquilar.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/08/gelman.html
Crías nuevas
7/08/2011 02:24:00 p.m.
Quir-k (Juana Luján)
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7/08/2011 02:24:00 p.m. Quir-k (Juana Luján) 0 Comments
Tengo en mis manos el último libro de la editorial Pan comido, se trata de Crías nuevas de Fernando Bellino.
En la tapa hay una gallina tranquila y dorada, en la contratapa su huevo, como protegido de quien mira.
Mucho de lo que hay en este libro se refleja en la tapa: la cría nueva que aun no ha nacido o que está a punto de hacerlo, el poema que acaba de romper el cascaron para tomar el aire sencillo de quien le diera vida, simple pero noblemente a la vez.
tanto el titulo como el nombre del autor están en minúsculas, en una letra también sencilla… ya he dicho en otras ocasiones que pocas cosas de un poeta pueden escaparse de la poesía que escribe y este caso no es la excepción, Bellino es un poeta profundo pero sin arabescos, sin mayúsculas ni grandilocuencias, sus poemas están atravesados, conmovidos diría, por lo social y lo cotidiano, algo que también es casi una marca distintiva en Pan Comido Ediciones, y que no necesita siquiera asomarse a lo panfletario o al sermón para dejarnos ver eso de social que hay en él.
Dice en el poema Oficios
¿Porqué al poner la palabra
margarita o lavanda
debo expresar otra cosa
que la serena sensación
que me producen las margaritas
lavandas y todo tipo de plantas
que cuido y multiplico?
Los poetas somos
perros del lenguaje
comiendo del hueso de la experiencia
y los planteros también.
Díganme entonces: ¿Porqué
Belleza, esfuerzo y verdad
son propiedad privada
si su valor de uso
es la vida que vivimos?
Un autor que se piensa a sí mismo y a su oficio, para llegar a una belleza simple, despojada de artificio, a veces también resultado del paso del tiempo:
Dice en el poema Evidencias:
Vas a volverte simple:
hablaras de tu madre muerta
y lo mismo de tu padre, tus abuelos,
de algún amor raido,
alguna esperanza o utopía.
Vas a evocar el patio y las glicinas,
la humedad que te faltó,
que hoy te sobra.
Pondrás a prueba tus recuerdos,
anotaras que amas, que has sufrido,
que sufres, que has amado y
nunca dirás:
esto o aquello no me afecta,
nunca te alejaras de tu memoria
y es por ella,
por su gracia
que al fin
vas a volverte simple.
El pasado 13 de junio se celebro el día nacional del escritor, en homenaje al nacimiento del poeta, ensayista, periodista y político, Leopoldo Lugones. Entre felicitaciones y saludos cruzados la vieja y remanida pregunta me volvió a atacar: por que escribo? Porque siento que mi lugar en el mundo está cimentado en las palabras?
pensé sobre esto rato largo y finalmente recordé esa canción de Jorge Fandermole, Canto, que en su estribillo dice: Canto, canto. Tan débil soy que cantar es mi mano alzada y fuerte. Canto. No se mas que hacer en esta tierra incendiada, sino cantar.
Para quien escribe la palabra es su mano alzada y fuerte.
Para Bellino y para todos los escritores, sembrando sus palabras en esta tierra incendiada, cantando, vaya este feliz día un poco atrasado, para celebrar sus palabras nobles y sencillas, sus verdades.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/08/crias-nuevas.html
En la tapa hay una gallina tranquila y dorada, en la contratapa su huevo, como protegido de quien mira.
Mucho de lo que hay en este libro se refleja en la tapa: la cría nueva que aun no ha nacido o que está a punto de hacerlo, el poema que acaba de romper el cascaron para tomar el aire sencillo de quien le diera vida, simple pero noblemente a la vez.
tanto el titulo como el nombre del autor están en minúsculas, en una letra también sencilla… ya he dicho en otras ocasiones que pocas cosas de un poeta pueden escaparse de la poesía que escribe y este caso no es la excepción, Bellino es un poeta profundo pero sin arabescos, sin mayúsculas ni grandilocuencias, sus poemas están atravesados, conmovidos diría, por lo social y lo cotidiano, algo que también es casi una marca distintiva en Pan Comido Ediciones, y que no necesita siquiera asomarse a lo panfletario o al sermón para dejarnos ver eso de social que hay en él.
Dice en el poema Oficios
¿Porqué al poner la palabra
margarita o lavanda
debo expresar otra cosa
que la serena sensación
que me producen las margaritas
lavandas y todo tipo de plantas
que cuido y multiplico?
Los poetas somos
perros del lenguaje
comiendo del hueso de la experiencia
y los planteros también.
Díganme entonces: ¿Porqué
Belleza, esfuerzo y verdad
son propiedad privada
si su valor de uso
es la vida que vivimos?
Un autor que se piensa a sí mismo y a su oficio, para llegar a una belleza simple, despojada de artificio, a veces también resultado del paso del tiempo:
Dice en el poema Evidencias:
Vas a volverte simple:
hablaras de tu madre muerta
y lo mismo de tu padre, tus abuelos,
de algún amor raido,
alguna esperanza o utopía.
Vas a evocar el patio y las glicinas,
la humedad que te faltó,
que hoy te sobra.
Pondrás a prueba tus recuerdos,
anotaras que amas, que has sufrido,
que sufres, que has amado y
nunca dirás:
esto o aquello no me afecta,
nunca te alejaras de tu memoria
y es por ella,
por su gracia
que al fin
vas a volverte simple.
El pasado 13 de junio se celebro el día nacional del escritor, en homenaje al nacimiento del poeta, ensayista, periodista y político, Leopoldo Lugones. Entre felicitaciones y saludos cruzados la vieja y remanida pregunta me volvió a atacar: por que escribo? Porque siento que mi lugar en el mundo está cimentado en las palabras?
pensé sobre esto rato largo y finalmente recordé esa canción de Jorge Fandermole, Canto, que en su estribillo dice: Canto, canto. Tan débil soy que cantar es mi mano alzada y fuerte. Canto. No se mas que hacer en esta tierra incendiada, sino cantar.
Para quien escribe la palabra es su mano alzada y fuerte.
Para Bellino y para todos los escritores, sembrando sus palabras en esta tierra incendiada, cantando, vaya este feliz día un poco atrasado, para celebrar sus palabras nobles y sencillas, sus verdades.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/08/crias-nuevas.html
La Creciente
7/08/2011 02:23:00 p.m.
Quir-k (Juana Luján)
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7/08/2011 02:23:00 p.m. Quir-k (Juana Luján) 0 Comments
Desde que empezó temporada de migrañas he querido hablar más de La Creciente.
La creciente ya no existe como editorial pero sus libros siguen circulando por córdoba y por el país.
Alejo Carbonell, Alejandra Baldovin y Luciano Lamberti, tres poetas, empezaron con un presupuesto limitado como primera inversión, los libros eran pequeños, abrochados, con tapas llamativas, que no tenían más que imagen, prescindiendo totalmente de títulos o nombre de autores en la tapa… porque?
La creciente publicaba en su mayoría a escritores nóveles es decir a aquellos que no podían acceder a editoriales consagradas, que en general no habían publicado antes, que no habían ganado concursos y que no tenían presupuestos para pagarse su propia edición…
En estos casos los títulos y los nombres no eran conocidos y por tanto no era necesario ponerlos en grandes letras. Mejor era sin duda, poner las imágenes llamativas que dieron un estilo distintivo a sus libros y que nos obligaban a abrir los libros, a ojerarlos para saber quién era su autor o titulo.
No es menor el hecho de que los tres fueran poetas, jóvenes y muy buenos lectores, porque este dato es lo que le permitía un contacto directo con quienes publicaban, con espíritu crítico y conocimiento de causa ellos abogaban por esos militantes de la literatura como alguna vez los llamaron, es decir en las propias palabras de Carbonell “tipos que escriben un poema y que van y se paran arriba de una silla y lo leen en un bar, lo pintan en una pared o se lo muestran a un amigo.
Es decir, gente que se ensucia de alguna manera la remera nueva con el poema y no que escriben desde un lugar de escritor realizado y que el texto viaje por sí mismo, por los canales… sino que realmente le ponen el cuerpo.”
Cuando a los chicos de la creciente les pidieron que se expandieran y empezaran aponer algo así como sedes y publicaran a artistas de otras provincias ellos tuvieron en claro que no querían hacerlo, no querían convertirse en una gran editorial o en una multinacional, el objetivo era que los textos circularan: que la restricción del prestigio, la cuña o el dinero no fuera motivo para que un buen poeta o un buen narrador se quedaran sin publicar, pero eso debía ser autentico, representativo de cada lugar, desde córdoba no podían saber quiénes eran los buenos poetas o narradores no publicados en río negro o santa fe, por eso la respuesta fue que ellos no lo hacían pero que alentaban a que en cada lugar dos o tres poetas se embarcaran en la misma aventura, con el mismo presupuesto mínimo, y tejieran redes.
Con el tiempo esta iniciativa cumplió su ciclo y cada uno de ellos se embarco en un proyecto personal, pero dejaron tras de sí un gran número de escritores que tuvieron la oportunidad de publicar sus primeras palabras en La creciente, entre las cuales orgullosamente me incluyo.
Hoy les voy a leer un solo texto de “humus” de Eloísa Oliva, libro que salió en la creciente en 2005 y que da cuenta de esta identidad cordobesa que tanto se ve en los libros de la creciente. El poema se llama cerca de barrio general paz:
cerca de barrio general paz
a esta hora de la madrugada
un perro camina al lado de otro perro
sus patas
trazan tréboles de cinco hojas
sobre la vereda
son celestes las bolsas
que deshacen bajo los hocicos
detrás, una fábrica desmantelada oscila
en la humedad recién disipada
su gris fundido con el gris de la noche
titila al verde rojo amarillo
del semáforo
el taxi centellea sobre el pavimento
su chofer
se sabe dueño de un imperio
se acomoda en la butaca
enciende el contador:
“a dean funes 31 de enero 1997”
(a eso no se sabe quién lo pide)
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/08/la-creciente.html
La creciente ya no existe como editorial pero sus libros siguen circulando por córdoba y por el país.
Alejo Carbonell, Alejandra Baldovin y Luciano Lamberti, tres poetas, empezaron con un presupuesto limitado como primera inversión, los libros eran pequeños, abrochados, con tapas llamativas, que no tenían más que imagen, prescindiendo totalmente de títulos o nombre de autores en la tapa… porque?
La creciente publicaba en su mayoría a escritores nóveles es decir a aquellos que no podían acceder a editoriales consagradas, que en general no habían publicado antes, que no habían ganado concursos y que no tenían presupuestos para pagarse su propia edición…
En estos casos los títulos y los nombres no eran conocidos y por tanto no era necesario ponerlos en grandes letras. Mejor era sin duda, poner las imágenes llamativas que dieron un estilo distintivo a sus libros y que nos obligaban a abrir los libros, a ojerarlos para saber quién era su autor o titulo.
No es menor el hecho de que los tres fueran poetas, jóvenes y muy buenos lectores, porque este dato es lo que le permitía un contacto directo con quienes publicaban, con espíritu crítico y conocimiento de causa ellos abogaban por esos militantes de la literatura como alguna vez los llamaron, es decir en las propias palabras de Carbonell “tipos que escriben un poema y que van y se paran arriba de una silla y lo leen en un bar, lo pintan en una pared o se lo muestran a un amigo.
Es decir, gente que se ensucia de alguna manera la remera nueva con el poema y no que escriben desde un lugar de escritor realizado y que el texto viaje por sí mismo, por los canales… sino que realmente le ponen el cuerpo.”
Cuando a los chicos de la creciente les pidieron que se expandieran y empezaran aponer algo así como sedes y publicaran a artistas de otras provincias ellos tuvieron en claro que no querían hacerlo, no querían convertirse en una gran editorial o en una multinacional, el objetivo era que los textos circularan: que la restricción del prestigio, la cuña o el dinero no fuera motivo para que un buen poeta o un buen narrador se quedaran sin publicar, pero eso debía ser autentico, representativo de cada lugar, desde córdoba no podían saber quiénes eran los buenos poetas o narradores no publicados en río negro o santa fe, por eso la respuesta fue que ellos no lo hacían pero que alentaban a que en cada lugar dos o tres poetas se embarcaran en la misma aventura, con el mismo presupuesto mínimo, y tejieran redes.
Con el tiempo esta iniciativa cumplió su ciclo y cada uno de ellos se embarco en un proyecto personal, pero dejaron tras de sí un gran número de escritores que tuvieron la oportunidad de publicar sus primeras palabras en La creciente, entre las cuales orgullosamente me incluyo.
Hoy les voy a leer un solo texto de “humus” de Eloísa Oliva, libro que salió en la creciente en 2005 y que da cuenta de esta identidad cordobesa que tanto se ve en los libros de la creciente. El poema se llama cerca de barrio general paz:
cerca de barrio general paz
a esta hora de la madrugada
un perro camina al lado de otro perro
sus patas
trazan tréboles de cinco hojas
sobre la vereda
son celestes las bolsas
que deshacen bajo los hocicos
detrás, una fábrica desmantelada oscila
en la humedad recién disipada
su gris fundido con el gris de la noche
titila al verde rojo amarillo
del semáforo
el taxi centellea sobre el pavimento
su chofer
se sabe dueño de un imperio
se acomoda en la butaca
enciende el contador:
“a dean funes 31 de enero 1997”
(a eso no se sabe quién lo pide)
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/08/la-creciente.html
La arena es un puñadito
7/08/2011 02:22:00 p.m.
Quir-k (Juana Luján)
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7/08/2011 02:22:00 p.m. Quir-k (Juana Luján) 0 Comments
Muchos cantan sus canciones sin saber que él existió. Otros lo conocerán solo de nombre porque alguien lo menciona, otros porque algún músico que conocen lo admira o hace versiones de sus canciones. Algunos menos habrán tenido el gusto de escucharlo por algún medio aunque más no sea virtual y algunos menos todavía llegaron a saber sobre su historia y sus obras literarias.
Héctor Roberto Chavero Aramburo, nació en Pergamino, el 31 de enero de 1908, hijo de padre con sangre indígena y madre vasca.
Cuando a los 13 años escribía sus primeros versos decidió elegir su seudónimo del quechua y en honor a los dos últimos caciques indios que existían a la llegada de los conquistadores. Desde entonces es Atahualpa Yupanqui que en una casualidad casi premonitoria significa el que viene de viejas tierras para decir algo.
Su padre trabajaba en el ferrocarril y viajaba frecuentemente para su construcción, por lo que desde chico Atahualpa recorrió los rincones de argentina, asentándose momentáneamente en Junín y en Tafí viejo. Ya de grande decidió seguir por los caminos, conociendo gran parte de argentina y países vecinos, a veces involuntariamente ya que estaba afiliado al partido comunista y fue perseguido por eso, la primera vez se exilio en Uruguay y la segunda en Europa.
En un mundo donde cada vez más se insta a diferenciarse y a ascender de posiciones Atahualpa era un tipo de alma sencilla, que podía conjugar la voz propia con una que diera palabra a los que no pueden hablar, y que eligió mirar desde cerca la vida del trabajador: a pesar de que él había estudiado guitarra en forma ortodoxa y conocía la música clásica, el respeto, la delicadeza, la búsqueda de lo estético de cualquier obra y decidió trasladar eso a la música criolla y sentirla y vivirla e interpretarla como los paisanos.
Su poesía estuvo centrada siempre en el hombre, en los paisajes del la gente y en los vínculos profundos con la tierra.
Recorrió todos los caminos del país y el mundo depositando su mirada confiada en el hombre trabajador, el jornalero, el arriero, el peón.
Eligio Cerro colorado para armar su casa y partir de 1967, se instaló en París; recién en la década del 80, y ya instalada la democracia, decidió vivir un tiempo en Argentina y otro en Europa.
Como dije antes pocos saben que además de sus producciones musicales también tiene una obra literaria. Entre sus libros se destacan: "Piedra sola", "Aires indios", "Cerro Bayo", Guitarra", "El canto del viento", "El payador perseguido”, y "La Capataza".
Son obras que valen la pena ser leídas, no solo por la curiosidad de que su autor sea un músico reconocido sino por el valor literario y de testimonio que en si mismas tienen.
Aun así -sin estas obras- igual podría uno interesarse en la poética que está en sus letras que siempre reflejo la mirada sencilla que lo caracterizaba les voy a leer simplemente un poema que se llama justamente El poeta y que critica a esa elite literaria que no mira al pobre porque le parece demasiado vulgar
El poeta
Tú piensas que eres distinto
porque te dicen poeta,
y tienes un mundo aparte
más allá de las estrellas.
De tanto mirar la luna
ya nada sabes mirar,
eres como un pobre ciego
que no sabe adónde va...
Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántale a los que luchan
por un pedazo de pan.
Poeta de tiernas rimas,
vete a vivir a la selva,
y aprenderás muchas cosas
del hachero y sus miserias.
Vive junto con el pueblo,
no lo mires desde afuera,
que lo primero es ser hombre,
y lo segundo, poeta.
No es fácil resumir una vida como la de Atahualpa en una humilde y breve columna, y mucho menos hablar con autoridad de su obra, musical o literaria, desde aquí solo he querido contarles un poco más sobre quien era este hombre… a veces los iconos de vuelven de mármol y cartón y uno olvida que fueron hombres con sangre en las venas y aire en los pulmones.
Es solo recordar brevemente a este hombre que amó y le dedico su obra a la patria grande que es Latinoamérica y porque no, sentirnos inspirados por su sencillez y su trabajo, puede no ser mucho pero como dijo el mismo Atahualpa “La arena es un puñadito, pero hay montañas de arena”.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/07/la-arena-es-un-punadito.html
Héctor Roberto Chavero Aramburo, nació en Pergamino, el 31 de enero de 1908, hijo de padre con sangre indígena y madre vasca.
Cuando a los 13 años escribía sus primeros versos decidió elegir su seudónimo del quechua y en honor a los dos últimos caciques indios que existían a la llegada de los conquistadores. Desde entonces es Atahualpa Yupanqui que en una casualidad casi premonitoria significa el que viene de viejas tierras para decir algo.
Su padre trabajaba en el ferrocarril y viajaba frecuentemente para su construcción, por lo que desde chico Atahualpa recorrió los rincones de argentina, asentándose momentáneamente en Junín y en Tafí viejo. Ya de grande decidió seguir por los caminos, conociendo gran parte de argentina y países vecinos, a veces involuntariamente ya que estaba afiliado al partido comunista y fue perseguido por eso, la primera vez se exilio en Uruguay y la segunda en Europa.
En un mundo donde cada vez más se insta a diferenciarse y a ascender de posiciones Atahualpa era un tipo de alma sencilla, que podía conjugar la voz propia con una que diera palabra a los que no pueden hablar, y que eligió mirar desde cerca la vida del trabajador: a pesar de que él había estudiado guitarra en forma ortodoxa y conocía la música clásica, el respeto, la delicadeza, la búsqueda de lo estético de cualquier obra y decidió trasladar eso a la música criolla y sentirla y vivirla e interpretarla como los paisanos.
Su poesía estuvo centrada siempre en el hombre, en los paisajes del la gente y en los vínculos profundos con la tierra.
Recorrió todos los caminos del país y el mundo depositando su mirada confiada en el hombre trabajador, el jornalero, el arriero, el peón.
Eligio Cerro colorado para armar su casa y partir de 1967, se instaló en París; recién en la década del 80, y ya instalada la democracia, decidió vivir un tiempo en Argentina y otro en Europa.
Como dije antes pocos saben que además de sus producciones musicales también tiene una obra literaria. Entre sus libros se destacan: "Piedra sola", "Aires indios", "Cerro Bayo", Guitarra", "El canto del viento", "El payador perseguido”, y "La Capataza".
Son obras que valen la pena ser leídas, no solo por la curiosidad de que su autor sea un músico reconocido sino por el valor literario y de testimonio que en si mismas tienen.
Aun así -sin estas obras- igual podría uno interesarse en la poética que está en sus letras que siempre reflejo la mirada sencilla que lo caracterizaba les voy a leer simplemente un poema que se llama justamente El poeta y que critica a esa elite literaria que no mira al pobre porque le parece demasiado vulgar
El poeta
Tú piensas que eres distinto
porque te dicen poeta,
y tienes un mundo aparte
más allá de las estrellas.
De tanto mirar la luna
ya nada sabes mirar,
eres como un pobre ciego
que no sabe adónde va...
Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántale a los que luchan
por un pedazo de pan.
Poeta de tiernas rimas,
vete a vivir a la selva,
y aprenderás muchas cosas
del hachero y sus miserias.
Vive junto con el pueblo,
no lo mires desde afuera,
que lo primero es ser hombre,
y lo segundo, poeta.
No es fácil resumir una vida como la de Atahualpa en una humilde y breve columna, y mucho menos hablar con autoridad de su obra, musical o literaria, desde aquí solo he querido contarles un poco más sobre quien era este hombre… a veces los iconos de vuelven de mármol y cartón y uno olvida que fueron hombres con sangre en las venas y aire en los pulmones.
Es solo recordar brevemente a este hombre que amó y le dedico su obra a la patria grande que es Latinoamérica y porque no, sentirnos inspirados por su sencillez y su trabajo, puede no ser mucho pero como dijo el mismo Atahualpa “La arena es un puñadito, pero hay montañas de arena”.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
http://www.subcodefiestas.com.ar/2011/07/la-arena-es-un-punadito.html
la puta patria
7/08/2011 02:20:00 p.m.
Quir-k (Juana Luján)
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7/08/2011 02:20:00 p.m. Quir-k (Juana Luján) 0 Comments
La Patagonia rebelde o la Patagonia trágica es el nombre que se le dio a la lucha de los trabajadores en rebelión de la provincia de Santa Cruz, entre 1920 y 1921.
Comenzó como una huelga en reclamo por las miserables e inhumanas condiciones de trabajo que obreros y peones tenían al sur del país. La huelga, sostenida ideológicamente por el movimiento sindicalista de inmigrantes anarquistas, primero tuvo un momento de acuerdo y cesó, pero luego los hacendados no cumplieron con el acuerdo y la huelga se reanudó, solo que esta vez fue salvajemente reprimida por el ejército por orden del presidente Yrigoyen.
Esta fue la Patagonia Trágica, a su término, 1.500 obreros habían sido fusilados sin piedad.
Retomando este hecho histórico Osvaldo Bayer escribió el libro "Los vengadores de la Patagonia trágica" que luego fuera la base para el guión de la película La Patagonia rebelde.
La Puta patria es una plaqueta de poesía de cinco autores cordobeses: Leandro calle, julio castellanos, Claudio Suarez, Néstor Merigo y cesar Vargas. En su prologo pueden leerse las siguientes palabras de Bayer:
República Argentina, Patagonia, año 1922. El 10° de Caballería a las órdenes del Teniente Coronel Varela ha terminado su faena, el resultado: 1.500 obreros fusilados. Los soldados descansan en Puerto San Julián, prov. de Santa Cruz; se decide premiarlos enviándolos por tandas al prostíbulo del pueblo, conocido como casa de tolerancia “La Catalana”, cuando llegan los primeros soldados la Madama les informa que las pupilas se niegan a recibirlos y que ella no puede obligarlas, los soldados intentan entrar por la fuerza y es entonces cuando las prostitutas armadas con escobas y palos los expulsan al grito de “¡porquerías!” “¡asesinos!” “con asesinos no nos acostamos”; han tomado partido por los huelguistas, han cerrado sus piernas como un gesto de rebelión, son ellas:
María Juliache – 28 años – soltera – española – pupila del prostíbulo.
Maud Foster – 31 años – soltera – inglesa – pupila del prostíbulo.
Amalia Rodríguez – 26 años – soltera – argentina – pupila del prostíbulo.
Ángela Fortunato – 31 años – casada – argentina – modista – pupila del prostíbulo.
Consuelo García – 29 años – argentina – soltera – pupila del prostíbulo.
Jamás creció una flor en las tumbas masivas de los fusilados; sólo piedra, mata negra y el eterno viento patagónico. Están tapados por el silencio de todos, por el miedo de todos. Sólo encontramos esta flor, este gesto, esta reacción de las pupilas del prostíbulo “La Catalana”, el 17 de febrero de 1922. El único homenaje a tantos obreros fusilados.
En LA PUTA PATRIA los poetas toman cada uno a una de estas mujeres y le rinden homenaje, Leandro Calle le escribe a MARÍA JULIACHE, Julio Castellanos a MAUD FOSTER, Néstor Merigo a AMALIA RODRÍGUEZ, Claudio Suárez a ANGELA FORTUNATO y César Vargas a CONSUELO GARCÍA.
Dice el poema de Leandro calle
MARÍA JULIACHE
Como estalla una piedra atascada en la memoria
rodó tu nombre y con tu nombre la pregunta amarga:
¿quién se acostó con el silencio?
Porque al grito de asesinos
alcanzaste del orgasmo su raíz más precisa.
María Juliache, española
solamente de rodillas puedo decir tu nombre.
Es más que una simple oda a la meretriz, es un abrazo a la mujer que puede vender abrazos, besos y entrepiernas, pero para quien -como la prostituta Jenní de Chico Buarque- su alma no tiene precio.
Ella decide quien pasa por allí, y prefiere una y mil veces al pobre, al obrero o al un peón que al asesino.
Dice en el poema de Cesar Vargas
CONSUELO GARCÍA
“Ningún fusilador resbalará en mis jugos”
C. G. pupila del prostíbulo La Catalana
Dame un himno sin triunfo
Consuelo
puta mía,
consuélame del viento
bala a bala.
Aquí en el sur del mundo
la dignidad alzó su escoba,
apretó las rodillas, dijo NO.
Dame tu NO
tu valentía,
consuélame, Consuelo,
madre puta,
dueña del esperma de cada fusilado,
dispara sobre el mundo
desde el fragor de tus riñones.
Dispara sobre el frío
sobre los uniformes
de esta patria maldita.
No dejes de disparar
tu NO, tus escobazos,
que el crimen retrocede
ante la furia de tu sexo,
que resucita el aire, la justicia,
enséñame a ser hombre
puta mía,
dame el amor
dame la risa
y quítame las armas
de las manos.
Según Osvaldo Bayer, el último acto de la película “La Patagonia Rebelde” debía ser éste, el de las prostitutas en huelga de celo, negándose a abrir las piernas para asesinos, pero las varias censuras de la época impidieron que asi fuera.
Saludos y felicitaciones a estos cinco poetas cordobeses que han honrado lo que sucedió hace casi un siglo, bien al sur, lo que debió honrarse antes y en su lugar fue censurado por la moral puritana y fachistoide de varias épocas. Era necesario honrar a esta mujeres, en palabras de Bayer, porque eran mujeres valientes, llenas de coraje civil ante el crimen de tanto peón.
Comenzó como una huelga en reclamo por las miserables e inhumanas condiciones de trabajo que obreros y peones tenían al sur del país. La huelga, sostenida ideológicamente por el movimiento sindicalista de inmigrantes anarquistas, primero tuvo un momento de acuerdo y cesó, pero luego los hacendados no cumplieron con el acuerdo y la huelga se reanudó, solo que esta vez fue salvajemente reprimida por el ejército por orden del presidente Yrigoyen.
Esta fue la Patagonia Trágica, a su término, 1.500 obreros habían sido fusilados sin piedad.
Retomando este hecho histórico Osvaldo Bayer escribió el libro "Los vengadores de la Patagonia trágica" que luego fuera la base para el guión de la película La Patagonia rebelde.
La Puta patria es una plaqueta de poesía de cinco autores cordobeses: Leandro calle, julio castellanos, Claudio Suarez, Néstor Merigo y cesar Vargas. En su prologo pueden leerse las siguientes palabras de Bayer:
República Argentina, Patagonia, año 1922. El 10° de Caballería a las órdenes del Teniente Coronel Varela ha terminado su faena, el resultado: 1.500 obreros fusilados. Los soldados descansan en Puerto San Julián, prov. de Santa Cruz; se decide premiarlos enviándolos por tandas al prostíbulo del pueblo, conocido como casa de tolerancia “La Catalana”, cuando llegan los primeros soldados la Madama les informa que las pupilas se niegan a recibirlos y que ella no puede obligarlas, los soldados intentan entrar por la fuerza y es entonces cuando las prostitutas armadas con escobas y palos los expulsan al grito de “¡porquerías!” “¡asesinos!” “con asesinos no nos acostamos”; han tomado partido por los huelguistas, han cerrado sus piernas como un gesto de rebelión, son ellas:
María Juliache – 28 años – soltera – española – pupila del prostíbulo.
Maud Foster – 31 años – soltera – inglesa – pupila del prostíbulo.
Amalia Rodríguez – 26 años – soltera – argentina – pupila del prostíbulo.
Ángela Fortunato – 31 años – casada – argentina – modista – pupila del prostíbulo.
Consuelo García – 29 años – argentina – soltera – pupila del prostíbulo.
Jamás creció una flor en las tumbas masivas de los fusilados; sólo piedra, mata negra y el eterno viento patagónico. Están tapados por el silencio de todos, por el miedo de todos. Sólo encontramos esta flor, este gesto, esta reacción de las pupilas del prostíbulo “La Catalana”, el 17 de febrero de 1922. El único homenaje a tantos obreros fusilados.
En LA PUTA PATRIA los poetas toman cada uno a una de estas mujeres y le rinden homenaje, Leandro Calle le escribe a MARÍA JULIACHE, Julio Castellanos a MAUD FOSTER, Néstor Merigo a AMALIA RODRÍGUEZ, Claudio Suárez a ANGELA FORTUNATO y César Vargas a CONSUELO GARCÍA.
Dice el poema de Leandro calle
MARÍA JULIACHE
Como estalla una piedra atascada en la memoria
rodó tu nombre y con tu nombre la pregunta amarga:
¿quién se acostó con el silencio?
Porque al grito de asesinos
alcanzaste del orgasmo su raíz más precisa.
María Juliache, española
solamente de rodillas puedo decir tu nombre.
Es más que una simple oda a la meretriz, es un abrazo a la mujer que puede vender abrazos, besos y entrepiernas, pero para quien -como la prostituta Jenní de Chico Buarque- su alma no tiene precio.
Ella decide quien pasa por allí, y prefiere una y mil veces al pobre, al obrero o al un peón que al asesino.
Dice en el poema de Cesar Vargas
CONSUELO GARCÍA
“Ningún fusilador resbalará en mis jugos”
C. G. pupila del prostíbulo La Catalana
Dame un himno sin triunfo
Consuelo
puta mía,
consuélame del viento
bala a bala.
Aquí en el sur del mundo
la dignidad alzó su escoba,
apretó las rodillas, dijo NO.
Dame tu NO
tu valentía,
consuélame, Consuelo,
madre puta,
dueña del esperma de cada fusilado,
dispara sobre el mundo
desde el fragor de tus riñones.
Dispara sobre el frío
sobre los uniformes
de esta patria maldita.
No dejes de disparar
tu NO, tus escobazos,
que el crimen retrocede
ante la furia de tu sexo,
que resucita el aire, la justicia,
enséñame a ser hombre
puta mía,
dame el amor
dame la risa
y quítame las armas
de las manos.
Según Osvaldo Bayer, el último acto de la película “La Patagonia Rebelde” debía ser éste, el de las prostitutas en huelga de celo, negándose a abrir las piernas para asesinos, pero las varias censuras de la época impidieron que asi fuera.
Saludos y felicitaciones a estos cinco poetas cordobeses que han honrado lo que sucedió hace casi un siglo, bien al sur, lo que debió honrarse antes y en su lugar fue censurado por la moral puritana y fachistoide de varias épocas. Era necesario honrar a esta mujeres, en palabras de Bayer, porque eran mujeres valientes, llenas de coraje civil ante el crimen de tanto peón.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
le chocolat c’est moi
Una leyenda dice en México que el mismo dios Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, en tiempos ancestrales dio a los hombres en sus manos las primeras semillas de cacao.
Dicen también que para los mayas el cacao era tan preciado que se convirtió en moneda de cambio, como fuera para otras civilizaciones el oro o la plata.
Dicen también que la palabra chocolate es una adaptación de la palabra xocolātl, cuyo significado literal es agua amarga.
Vientodefondo es una editorial cordobesa que mas que de poesía se encarga de experiencias poeticas. Entre sus títulos tenemos poesía escrita, libros de cuentos, pero también cd’s interactivos con música, videoclips, e imágenes como los cd’s de Jenny Náger y Gastón Sironi.
Ese es el punto de inicio para ir sabiendo que la Editorial Vientodefondo tiene una marca particular, que se ocupan como dije antes de experiencias poeticas, que sus producciones están atravesadas por otras artes y en constante movimiento.
Es por eso que no había mejor lugar para editar el libro “le chocolat c’est moi” que en criollo quiere decir el chocolate soy yo.
El autor, Claudio Bär define a “le chocolat c’est moi” como un “libro despótico de poesía, familia, amigos, recetas de chocolate, enemigos y yo”
así de diverso y antojadizo se nos presenta y de verdad que es un libro por momentos caótico, siempre intuitivo y muy visual.
Es casi un libro objeto: el papel ilustración de cada una de sus páginas le da una inusualmente suave textura. Y esto, que en principio parece un detalle fetichista, un capricho menor, una presencia física que está lejos del centro poético de un libro; en este caso no es tal porque cada página parece estar pensada para estimular los sentidos.
El suave tacto, las muchas inconexas imágenes, los pedacitos de tul pegados sobre un nombre que agregan texturas, el pequeño libro de 8 cm por 8 cm que se abre dentro del libro y que sólo dos páginas necesita, apenas una imagen y un poema, para abrirnos una puerta de acceso a otro lugar.
El orden aparentemente aleatorio con que se van uniendo uno a uno los textos, propios y de amigos, ofrendados seguramente, pero que aquí se perciben como los recuerdos que a veces tenemos de frases dichas, aquí o allá, por alguien conocido.
Las muchas reproducciones de imágenes de papel de servilleta, de un cuaderno, de una foto o de un diario.
La receta de chocolate crocante que el autor pone al final del libro, y que no es una canchereada sino un testimonio, porque el autor es hijo de chocolatero, y también él chocolatero de profesión, especializado en trufas.
Cada cosa de sus páginas, cada detalle de esta edición, todos y cada uno pensados para estimular los sentidos de una manera no lineal, no racional y programada, sino más bien intuitiva como en los sueños.
Con una barrita de chocolate amargo en la boca, leo y releo el libro de adelante a atrás y también en sentido contrario por que ya no importa el orden: es como en la película “el eterno resplandor de una mente sin recuerdos”, donde paseábamos de una escena vivida por el protagonista a otra, como si abriéramos el alma de alguien mientras sueña, piensa o se acuerda de algo.
Dice en uno de sus muchos textos:
“Cuando termines este libro posiblemente las cosas ya no sean o sean otras (no hace falta ser Heráclito para darnos cuenta).
Pocas cosas están siempre ahí.
Mi padre está ahí, y su chocolate. El misterio de hacer chocolate.
El chocolate contiene sustancias que deben ser llamadas en un principio y vividas luego. Así damos existencia a lo que existe.
Las cosas estas son evidentes o escondidas. Las evidentes para los que ven de cerca y lo segundo para los ojos que ven de lejos, como antes de ser castigados. El ritual, las visiones, el sendero y en cada ritual acercarnos al agua amarga, a otro chocolate.”
Vientodefondo regala esta delicia de libro, donde los últimos detalles están dados a mano, uno a uno, como quien cocina para los seres amados; la experiencia de atravesar sus páginas es un viaje, un evento, un videoclip, un sueño en el más literal de los sentidos.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
Dicen también que para los mayas el cacao era tan preciado que se convirtió en moneda de cambio, como fuera para otras civilizaciones el oro o la plata.
Dicen también que la palabra chocolate es una adaptación de la palabra xocolātl, cuyo significado literal es agua amarga.
Vientodefondo es una editorial cordobesa que mas que de poesía se encarga de experiencias poeticas. Entre sus títulos tenemos poesía escrita, libros de cuentos, pero también cd’s interactivos con música, videoclips, e imágenes como los cd’s de Jenny Náger y Gastón Sironi.
Ese es el punto de inicio para ir sabiendo que la Editorial Vientodefondo tiene una marca particular, que se ocupan como dije antes de experiencias poeticas, que sus producciones están atravesadas por otras artes y en constante movimiento.
Es por eso que no había mejor lugar para editar el libro “le chocolat c’est moi” que en criollo quiere decir el chocolate soy yo.
El autor, Claudio Bär define a “le chocolat c’est moi” como un “libro despótico de poesía, familia, amigos, recetas de chocolate, enemigos y yo”
así de diverso y antojadizo se nos presenta y de verdad que es un libro por momentos caótico, siempre intuitivo y muy visual.
Es casi un libro objeto: el papel ilustración de cada una de sus páginas le da una inusualmente suave textura. Y esto, que en principio parece un detalle fetichista, un capricho menor, una presencia física que está lejos del centro poético de un libro; en este caso no es tal porque cada página parece estar pensada para estimular los sentidos.
El suave tacto, las muchas inconexas imágenes, los pedacitos de tul pegados sobre un nombre que agregan texturas, el pequeño libro de 8 cm por 8 cm que se abre dentro del libro y que sólo dos páginas necesita, apenas una imagen y un poema, para abrirnos una puerta de acceso a otro lugar.
El orden aparentemente aleatorio con que se van uniendo uno a uno los textos, propios y de amigos, ofrendados seguramente, pero que aquí se perciben como los recuerdos que a veces tenemos de frases dichas, aquí o allá, por alguien conocido.
Las muchas reproducciones de imágenes de papel de servilleta, de un cuaderno, de una foto o de un diario.
La receta de chocolate crocante que el autor pone al final del libro, y que no es una canchereada sino un testimonio, porque el autor es hijo de chocolatero, y también él chocolatero de profesión, especializado en trufas.
Cada cosa de sus páginas, cada detalle de esta edición, todos y cada uno pensados para estimular los sentidos de una manera no lineal, no racional y programada, sino más bien intuitiva como en los sueños.
Con una barrita de chocolate amargo en la boca, leo y releo el libro de adelante a atrás y también en sentido contrario por que ya no importa el orden: es como en la película “el eterno resplandor de una mente sin recuerdos”, donde paseábamos de una escena vivida por el protagonista a otra, como si abriéramos el alma de alguien mientras sueña, piensa o se acuerda de algo.
Dice en uno de sus muchos textos:
“Cuando termines este libro posiblemente las cosas ya no sean o sean otras (no hace falta ser Heráclito para darnos cuenta).
Pocas cosas están siempre ahí.
Mi padre está ahí, y su chocolate. El misterio de hacer chocolate.
El chocolate contiene sustancias que deben ser llamadas en un principio y vividas luego. Así damos existencia a lo que existe.
Las cosas estas son evidentes o escondidas. Las evidentes para los que ven de cerca y lo segundo para los ojos que ven de lejos, como antes de ser castigados. El ritual, las visiones, el sendero y en cada ritual acercarnos al agua amarga, a otro chocolate.”
Vientodefondo regala esta delicia de libro, donde los últimos detalles están dados a mano, uno a uno, como quien cocina para los seres amados; la experiencia de atravesar sus páginas es un viaje, un evento, un videoclip, un sueño en el más literal de los sentidos.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
Operación masacre
Pensando en la temporada de migrañas de esta especie de programa temático, y con la idea de hablar de Rodolfo Walsh rondándome me vinieron, más que certezas, montones de preguntas: ¿Qué se yo de periodismo? ¿Qué se yo de Walsh? ¿Quién soy para hablar de estos temas? ¿No era esta una columna literaria?
Esta ultima pregunta es la que menos ruido me hace, ya Walsh era un escritor interesantísimo: entre otras cosas se adelanto por casi una década a Truman Capote en la escritura de la primera novela de no- ficción, también conocida como "ficción periodística" o “novela testimonio”, que hubo en la historia.
Operación masacre, la novela en cuestión, cuenta la historia del fusilamiento ilegal de civiles en José León Suárez en junio de 1956 a través de los pocos y fragmentarios testimonios de sobrevivientes, esos siete fusilados que vivieron de milagro, y de su propia experiencia en la búsqueda exhaustiva de estos datos. Es una novela policial y un testimonio único a la vez. Estremece el solo hecho de saber que fue tan real como cada uno de nosotros, como los golpes de estado en el país, agujeros negros que parecen absorber toda luz cercana…
Es muy interesante también entender a través de sus páginas como cada una de nuestras verdades es también una parte fragmentaria de algo allá afuera, un algo construido con otras miradas parciales como la nuestra, nos habla de cómo es necesario relativizar cada punto de vista y enaltecerlo a la vez, porque cada mirada encarna algo de verdad aunque sea fragmentaria.
Aquí les leeré un fragmento de operación masacre que muchos coinciden en describir como uno de los testimonios mas conmovedores, en él uno de los fusilados ha quedado tirado en el piso tras la balacera e inexplicablemente está ileso. Boca abajo, comprende que están rematando a los caídos y que ahora le toca a él
Dice:
Qué agregar oyentes… Después de pensarlo un poco me queda claro que no puedo hablar técnicamente sobre el periodismo ya que ni los estudios ni el oficio o la experiencia me avalan todavía.
y también me queda claro que no soy una voz autorizada para hablar de Walsh por esas y otras miles de razones, pero en líneas generales ustedes, nosotros y ellos, todos, podemos tener puntos de contacto, cualquiera sea nuestro oficio, si miramos atentamente quizás podamos entender el deseo de documentar, la necesidad de vencer a la muerte, a la mentira, al silencio y al olvido a través del testimonio.
Cada quien desde sus pies, piel adentro, puede verse, puede saber que atestiguar es mas que no callar, es no mirar para otro lado, es no dejar que las cosas mueran o se desvanezcan o que otras vidas pasen por este mundo sin dejar una huella por lo menos breve.
Va entonces este pequeño abrazo en el aire para aquellos que han hecho del testimonio y la investigación periodística su trabajo y también para aquellos y aquellas que en las pequeñas cosas han querido alguna vez, vencer a la muerte.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
Esta ultima pregunta es la que menos ruido me hace, ya Walsh era un escritor interesantísimo: entre otras cosas se adelanto por casi una década a Truman Capote en la escritura de la primera novela de no- ficción, también conocida como "ficción periodística" o “novela testimonio”, que hubo en la historia.
Operación masacre, la novela en cuestión, cuenta la historia del fusilamiento ilegal de civiles en José León Suárez en junio de 1956 a través de los pocos y fragmentarios testimonios de sobrevivientes, esos siete fusilados que vivieron de milagro, y de su propia experiencia en la búsqueda exhaustiva de estos datos. Es una novela policial y un testimonio único a la vez. Estremece el solo hecho de saber que fue tan real como cada uno de nosotros, como los golpes de estado en el país, agujeros negros que parecen absorber toda luz cercana…
Es muy interesante también entender a través de sus páginas como cada una de nuestras verdades es también una parte fragmentaria de algo allá afuera, un algo construido con otras miradas parciales como la nuestra, nos habla de cómo es necesario relativizar cada punto de vista y enaltecerlo a la vez, porque cada mirada encarna algo de verdad aunque sea fragmentaria.
Aquí les leeré un fragmento de operación masacre que muchos coinciden en describir como uno de los testimonios mas conmovedores, en él uno de los fusilados ha quedado tirado en el piso tras la balacera e inexplicablemente está ileso. Boca abajo, comprende que están rematando a los caídos y que ahora le toca a él
Dice:
Don Horacio comprende, en un destello de lucidez. El tiro de gracia. Están recorriendo cuerpo por cuerpo y ultimando a los que dan señales de vida. Y ahora...
Sí, ahora le toca a él. La camioneta se acerca. El suelo, bajo los anteojos de don Horacio, desaparece en incandescencias de tiza. Lo están alumbrando, le están apuntando. No los ve, pero sabe que le apuntan a la nuca.
Esperan un movimiento. Tal vez ni eso. Tal vez le tiren lo mismo. Tal vez les extrañe justamente que no se mueva. Tal vez descubran lo que es evidente, que no está herido, que de ninguna parte le brota sangre.
Una náusea espantosa le surge del estómago. Alcanza a estrangularla en los labios. Quisiera gritar. Una parte de su cuerpo –las muñecas apoyadas como palancas en el suelo, las rodillas, las puntas de los pies– quisiera escapar enloquecida. Otra –la cabeza, la nuca– le repite: no moverse, no respirar.
¿Cómo hace para quedarse quieto, para contener el aliento, para no toser, para no aullar de miedo?
Pero no se mueve. El reflector tampoco. Lo custodia, lo vigila, como en un juego de paciencia. Nadie habla en el semicírculo de fusiles que lo rodea. Pero nadie tira. Y así transcurren segundos, minutos, años...
Y el tiro no llega.
Cuando oye nuevamente el motor, cuando desaparece la luz, cuando sabe que se alejan, don Horacio empieza a respirar, despacio, despacio, como si estuviera aprendiendo a hacerlo por primera vez.
Qué agregar oyentes… Después de pensarlo un poco me queda claro que no puedo hablar técnicamente sobre el periodismo ya que ni los estudios ni el oficio o la experiencia me avalan todavía.
y también me queda claro que no soy una voz autorizada para hablar de Walsh por esas y otras miles de razones, pero en líneas generales ustedes, nosotros y ellos, todos, podemos tener puntos de contacto, cualquiera sea nuestro oficio, si miramos atentamente quizás podamos entender el deseo de documentar, la necesidad de vencer a la muerte, a la mentira, al silencio y al olvido a través del testimonio.
Cada quien desde sus pies, piel adentro, puede verse, puede saber que atestiguar es mas que no callar, es no mirar para otro lado, es no dejar que las cosas mueran o se desvanezcan o que otras vidas pasen por este mundo sin dejar una huella por lo menos breve.
Va entonces este pequeño abrazo en el aire para aquellos que han hecho del testimonio y la investigación periodística su trabajo y también para aquellos y aquellas que en las pequeñas cosas han querido alguna vez, vencer a la muerte.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
10 bajistas
Cuando pensé la columna de esta semana para Temporada de migrañas quise traerles la Antología de la nueva narrativa cordobesa “10 bajistas”, con selección de Alejo Carbonell, de Editorial Eduvim es decir la Editorial Universitaria Villa María.
Pero antes de empezar con eso quisiera hacer una breve aclaración sobre las antologías en sí: si buscamos el origen griego de la palabra antología encontramos que antos significa flores y logos ramo, ramillete, guirnalda, en definitiva una antología sería algo así como un ramo de flores.
Ahora, las antologías tienen como todo pros y contras, los contras son ampliamente discutidos cuando una de ellas –que como dijimos es una selección- se plantea como algo objetivo y absoluto, algo así como la selección definitiva, la única porción valida de algo.
Las discusiones se dan justamente porque esto es un engaño, bien sabemos que toda selección es
-mas allá de las buenas intenciones de quien elija las obras- una selección parcial, personal y por lo menos un poquito arbitraria.
Pero como dijimos también tiene una gran virtud: una antología es una forma práctica de conocer nuevas obras o nuevos autores, si tener que comprar 10 libros y confiando en el criterio de quien haga la selección.
La antología 10 bajistas es eso, una selección de 10 cuentos de 10 escritores jóvenes cordobeses que están conformando la narrativa cordobesa actual, ¿por qué ese nombre? ¿Por qué“10 bajistas”? Quien hace la selección, Alejo Carbonell, dice que en esas páginas “no se pretende erigir a sus autores en un grupo selecto y de avanzada”, es decir, no se trata de hacer creer que estos 10 autores son los únicos o los mejores, pero sí dar a conocer a los que conforman parte de la fuerza pujante que mantiene viva a la narrativa cordobesa. Así como la reserva generosa en un ejército mantiene al ejercito funcionando y le permite a la vanguardia y a la retaguardia actuar y volver, así como los bajistas de una banda, no tan famosos y vistosos como los cantantes o los bateristas y sin tantos solos como los guitarristas, pero marcando el ritmo que mantiene viva a la banda, como un latido a veces imperceptible pero siempre indispensable, así son estos 10 escritores: no se proclaman como los más vistosos, los únicos e inmejorables, pero si son 10 muy buenos que como dije antes, son parte de la fuerza que mantiene viva la narrativa cordobesa.
Sus cuentos son de temas y estilos variados, en general breves y dinámicos, 10 buenos cuentos que seguramente ustedes disfrutarán y que quizás les dejen ganas de leer más de alguno de sus autores, ellos son: Pablo Dema, Diego Fonseca, Pablo Giordano, Hernán Tejerina, Luciano Lamberti, Sebastian Pons, Javier Quintá, Santiago Ramírez, Adrian Savino y Diego Vigna.
Después de haber dicho todo esto yo he decidido tomar a las antologías más que como un podio de los mejores como el consejo de algún buen amigo: ese tipo en quien confias y que te dice “tal escritor es bueno”, “me gusta tal o cual obra de él o ella”, “si vas a leer a tal autor te aconsejo empezar por este cuento”, etc.
No es algo absoluto, claro, pero son buenas puntas para empezar en un universo de incontables obras y autores…
Después de todo, si lo pensamos un poco, todos nosotros hacemos antologías de una u otra forma: desde aquel viejo cassette virgen donde alguna vez grabamos temas de la radio hasta nuestras bibliotecas, pasando por la lista del mp3, el zapping que hacemos o los programas de radio que escuchamos: todos hacemos una selección subjetiva intentando recortar del mundo aquello que nos parece mejor…
De hecho oyente, esta misma columna, este mismo programa son una antología, un ramillete de flores que elegimos con cuidado, una selección que hemos preparado para traerles, desde nuestro más subjetivo criterio pero también desde nuestra ofrenda generosa y nuestras mejores intenciones.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
Pero antes de empezar con eso quisiera hacer una breve aclaración sobre las antologías en sí: si buscamos el origen griego de la palabra antología encontramos que antos significa flores y logos ramo, ramillete, guirnalda, en definitiva una antología sería algo así como un ramo de flores.
Ahora, las antologías tienen como todo pros y contras, los contras son ampliamente discutidos cuando una de ellas –que como dijimos es una selección- se plantea como algo objetivo y absoluto, algo así como la selección definitiva, la única porción valida de algo.
Las discusiones se dan justamente porque esto es un engaño, bien sabemos que toda selección es
-mas allá de las buenas intenciones de quien elija las obras- una selección parcial, personal y por lo menos un poquito arbitraria.
Pero como dijimos también tiene una gran virtud: una antología es una forma práctica de conocer nuevas obras o nuevos autores, si tener que comprar 10 libros y confiando en el criterio de quien haga la selección.
La antología 10 bajistas es eso, una selección de 10 cuentos de 10 escritores jóvenes cordobeses que están conformando la narrativa cordobesa actual, ¿por qué ese nombre? ¿Por qué“10 bajistas”? Quien hace la selección, Alejo Carbonell, dice que en esas páginas “no se pretende erigir a sus autores en un grupo selecto y de avanzada”, es decir, no se trata de hacer creer que estos 10 autores son los únicos o los mejores, pero sí dar a conocer a los que conforman parte de la fuerza pujante que mantiene viva a la narrativa cordobesa. Así como la reserva generosa en un ejército mantiene al ejercito funcionando y le permite a la vanguardia y a la retaguardia actuar y volver, así como los bajistas de una banda, no tan famosos y vistosos como los cantantes o los bateristas y sin tantos solos como los guitarristas, pero marcando el ritmo que mantiene viva a la banda, como un latido a veces imperceptible pero siempre indispensable, así son estos 10 escritores: no se proclaman como los más vistosos, los únicos e inmejorables, pero si son 10 muy buenos que como dije antes, son parte de la fuerza que mantiene viva la narrativa cordobesa.
Sus cuentos son de temas y estilos variados, en general breves y dinámicos, 10 buenos cuentos que seguramente ustedes disfrutarán y que quizás les dejen ganas de leer más de alguno de sus autores, ellos son: Pablo Dema, Diego Fonseca, Pablo Giordano, Hernán Tejerina, Luciano Lamberti, Sebastian Pons, Javier Quintá, Santiago Ramírez, Adrian Savino y Diego Vigna.
Después de haber dicho todo esto yo he decidido tomar a las antologías más que como un podio de los mejores como el consejo de algún buen amigo: ese tipo en quien confias y que te dice “tal escritor es bueno”, “me gusta tal o cual obra de él o ella”, “si vas a leer a tal autor te aconsejo empezar por este cuento”, etc.
No es algo absoluto, claro, pero son buenas puntas para empezar en un universo de incontables obras y autores…
Después de todo, si lo pensamos un poco, todos nosotros hacemos antologías de una u otra forma: desde aquel viejo cassette virgen donde alguna vez grabamos temas de la radio hasta nuestras bibliotecas, pasando por la lista del mp3, el zapping que hacemos o los programas de radio que escuchamos: todos hacemos una selección subjetiva intentando recortar del mundo aquello que nos parece mejor…
De hecho oyente, esta misma columna, este mismo programa son una antología, un ramillete de flores que elegimos con cuidado, una selección que hemos preparado para traerles, desde nuestro más subjetivo criterio pero también desde nuestra ofrenda generosa y nuestras mejores intenciones.
(*) columna "temporada de migrañas" emitida en el programa radial "Sangre de monos"
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