Pendiente
Siempre hubo y siempre habrá quienes digan que la poesía es algo ajeno, algo excelso que sólo pueden escribir grandes mentes inspiradas, sublimes poetas que alejados de los inconvenientes e improlijidades de la vida cotidiana se dedican a la contemplación de la belleza; lo que da por resultado obras de arte que ahondan en la condición humana y la naturaleza del amor…. en fin, verdaderos prohombres hablando de temas profundos.
A mi me gusta más pensar que cada uno de nosotros es un poeta que quizás no haya escrito todavía ni un solo verso.
Pensar que cada cosa que pasa puede ser digna de un poema en tanto que pongamos la mirada en ella, en tanto que nos mueva a convertirlo en palabras, que nos llegue, en definitiva: que nos conmueva.
Después, claro, queda el trabajo posterior sobre la palabra, como artesanos, porque bien sabemos que no todo es inspiración.
El trabajo difiere según quien lo haga, pero mientras exista algo que nos toque puede haber un poema. Y si prestamos atención hay muchas cosas que nos conmueven, miles de cosas que a diario nos pegan en el pecho como golpe de tambor y nos hacen vibrar el cuero.
Lucas Tejerina es de esos poetas que le escriben desde su pasión a sus pasiones.
Y sus pasiones son los autos, el fútbol, los boomerangs que hace y vende, La Mona, Alberdi, el campo pobre cordobés…
Quién puede decirnos que una pasión es mejor que la otra cuando éstas se definen en el pecho y aquello que lo hace latir es distinto para cada quien.
Ningún tema es mayor o menor en la poesía porque hasta el mas mínimo detalle puede dar cuenta de nuestra humanidad, todo es único y cotidiano a la vez, todo humano es Dios, hombre y mono: […] la trilogía del hombre: / lo abstracto/ lo etéreo/ lo concreto.
Dice en el poema “Tejerina”
Escribir desde la más pura, concreta y cruda honestidad, honestidad del lenguaje, honestidad de los motivos, sentimientos, ideas… honestidad en los temas que nos conmueven, que nos mueven a escribir.
Porque hay que ir con todo cuando se pone el músculo en carne viva, a latir sobre la mano y a la vista de quien quiera ver… asi son, por los menos, los poetas que disfruto de leer.
Oyente, le dejo una última cuestión, que no es sino la misma:
Cada uno de nosotros - usted y yo- desde un lugar único e irrepetible, tenemos pendiente un poema.
Usted verá cómo y cuándo lo escribe.
*columna para el programa radial "Sangre de monos" www.subcodefiestas.com.ar
para leer/saber más sobre Lucas Tejerina:
Libro “Vuelve”, Editorial Caballo Negro. http://www.caballonegroeditora.com.ar/
Blog del autor. http://cuartetobolche.blogspot.com/
A mi me gusta más pensar que cada uno de nosotros es un poeta que quizás no haya escrito todavía ni un solo verso.
Pensar que cada cosa que pasa puede ser digna de un poema en tanto que pongamos la mirada en ella, en tanto que nos mueva a convertirlo en palabras, que nos llegue, en definitiva: que nos conmueva.
Después, claro, queda el trabajo posterior sobre la palabra, como artesanos, porque bien sabemos que no todo es inspiración.
El trabajo difiere según quien lo haga, pero mientras exista algo que nos toque puede haber un poema. Y si prestamos atención hay muchas cosas que nos conmueven, miles de cosas que a diario nos pegan en el pecho como golpe de tambor y nos hacen vibrar el cuero.
Lucas Tejerina es de esos poetas que le escriben desde su pasión a sus pasiones.
Y sus pasiones son los autos, el fútbol, los boomerangs que hace y vende, La Mona, Alberdi, el campo pobre cordobés…
Quién puede decirnos que una pasión es mejor que la otra cuando éstas se definen en el pecho y aquello que lo hace latir es distinto para cada quien.
Ningún tema es mayor o menor en la poesía porque hasta el mas mínimo detalle puede dar cuenta de nuestra humanidad, todo es único y cotidiano a la vez, todo humano es Dios, hombre y mono: […] la trilogía del hombre: / lo abstracto/ lo etéreo/ lo concreto.
Dice en el poema “Tejerina”
Estos son mis pasos a seguir:tatuarme a la Mona en el omóplato izquierdosacarme la barbacomprarme una motoacelerar, acelerar a 110 km por horacruzarme de carrilcerrar los ojospensar en vos.
Escribir desde la más pura, concreta y cruda honestidad, honestidad del lenguaje, honestidad de los motivos, sentimientos, ideas… honestidad en los temas que nos conmueven, que nos mueven a escribir.
Porque hay que ir con todo cuando se pone el músculo en carne viva, a latir sobre la mano y a la vista de quien quiera ver… asi son, por los menos, los poetas que disfruto de leer.
Oyente, le dejo una última cuestión, que no es sino la misma:
Cada uno de nosotros - usted y yo- desde un lugar único e irrepetible, tenemos pendiente un poema.
Usted verá cómo y cuándo lo escribe.
*columna para el programa radial "Sangre de monos" www.subcodefiestas.com.ar
para leer/saber más sobre Lucas Tejerina:
Libro “Vuelve”, Editorial Caballo Negro. http://www.caballonegroeditora.com.ar/
Blog del autor. http://cuartetobolche.blogspot.com/
0 tenían algo que decir:
Publicar un comentario